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Juan 19:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Jesús salió cargando su propia cruz hacia el lugar de la Calavera, que en hebreo se llama «Gólgota».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Él, cargando su propia cruz, fue al sitio llamado Lugar de la Calavera (en hebreo, Gólgota).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia el lugar llamado Calvario (o de la Calavera), que en hebreo se dice Gólgota.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y cargando Él mismo la cruz, salió hacia el lugar llamado de la Calavera, que en hebreo se dice Gólgota.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él cargó con la cruz y salió hacia el lugar llamado 'de la Calavera', que en hebreo se dice Gólgota.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;

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Otras versiones



Juan 19:17
23 Referencias Cruzadas  

Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre los hombros de Isaac, su hijo. Él, por su parte, cargó con el fuego y el cuchillo. Y los dos siguieron caminando juntos.


Llegaron los dos hombres perversos, se sentaron frente a él y lo acusaron ante el pueblo, diciendo: «¡Nabot ha maldecido a Dios y al rey!». Como resultado, la gente lo llevó fuera de la ciudad y lo mató a pedradas.


«Saca al blasfemo fuera del campamento. Quienes lo hayan oído impondrán las manos sobre su cabeza y toda la asamblea lo apedreará.


y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí.


Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.


Encima de su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: este es jesús, el rey de los judíos.


Jesús lo miró con amor y añadió: —Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.


Un letrero tenía escrita la causa de su condena: el rey de los judíos.


Que baje ahora de la cruz ese Cristo, el rey de Israel, para que veamos y creamos. También lo insultaban los que estaban crucificados con él.


Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo —dijo—, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.


Y el que no carga su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.


Cuando se lo llevaban, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y le dieron la cruz para que la cargara detrás de Jesús.


Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, junto con los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda.


Resulta que había sobre él un letrero que decía: este es el rey de los judíos.


Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga.


Al oír esto, Pilato llevó a Jesús hacia fuera y se sentó en el tribunal, en un lugar al que llamaban el Empedrado, que en hebreo se dice «Gabatá».


Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco entradas, cuyo nombre en hebreo es Betzatá.


lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.