Juan 12:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 La multitud que estaba allí y que oyó la voz decía que había sido un trueno; otros decían que un ángel le había hablado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. Biblia Nueva Traducción Viviente Al oír la voz, algunos de la multitud pensaron que era un trueno, mientras que otros decían que un ángel le había hablado. Biblia Católica (Latinoamericana) Los que estaban allí y que escucharon la voz decían que había sido un trueno; otros decían: 'Le ha hablado un ángel. La Biblia Textual 3a Edicion La multitud que estaba presente y escuchando, decía que había sido un trueno. Otros decían: ¡Un ángel le ha hablado! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al oírla, la gente que allí estaba decía que había sido un trueno. Otros decían: 'Es que un ángel le ha hablado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la multitud que estaba presente, y había oído, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. |
En la madrugada del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una densa nube se posó sobre el monte. Un toque muy fuerte de trompeta puso a temblar a todos los que estaban en el campamento.
Ante ese espectáculo de truenos y relámpagos, de sonidos de trompeta y de la montaña envuelta en humo, los israelitas temblaban de miedo y se mantenían a distancia.
El ruido de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior y era semejante a la voz del Dios Todopoderoso.
Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos porque oían la voz, pero no veían a nadie.
Entonces se abrió en el cielo el templo de Dios; allí se vio el arca de su pacto y hubo relámpagos, estruendos, truenos, un terremoto y una fuerte granizada.
Oí un sonido que venía del cielo, como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos que tañen sus arpas.
Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía con voz de trueno: «¡Ven!».
Luego el ángel tomó el incensario y lo llenó con brasas del altar, las cuales arrojó sobre la tierra; y se produjeron truenos, estruendos, relámpagos y un terremoto.