Juan 11:44 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El muerto salió con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. —Quítenle las vendas y dejen que se vaya —dijo Jesús. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Biblia Nueva Traducción Viviente Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: 'Desátenlo y déjenlo caminar. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que había muerto salió, atados los pies y las manos con vendas. Y su rostro había sido envuelto en un sudario. Jesús les dice: ¡Desatadlo y dejadlo ir! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió el muerto, con los pies y las manos atadas con vendas, y con el rostro envuelto en un sudario. Díceles Jesús: 'Desatadlo y dejadle que camine'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. |
»Yo los libraré del poder del sepulcro y los rescataré de la muerte. ¿Dónde están, oh muerte, tus plagas? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu destrucción? »¡No les tendré compasión!
Él dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido y les mandó que dieran de comer a la niña.
»Llegó otro siervo y dijo: “Señor, aquí tiene su dinero; lo he tenido guardado, envuelto en un pañuelo.
El que había estado muerto se incorporó y comenzó a hablar; luego Jesús se lo entregó a su madre.
—Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó: —Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí.
Ambos tomaron el cuerpo de Jesús y, conforme a la costumbre judía de dar sepultura, lo envolvieron en vendas con las especias aromáticas.
y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.
Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes a él le place.
Les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.
Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Yo soy el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos y tengo las llaves de la muerte y sus dominios.
»Del Señor vienen la muerte y la vida; a unos hace bajar al sepulcro y a otros los levanta.