Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!
Génesis 27:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Prepárame luego un buen guiso, como a mí me gusta, y tráemelo para que me lo coma. Entonces yo mismo te bendeciré antes de morir. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera. Biblia Nueva Traducción Viviente Prepara mi comida preferida y tráemela aquí para que la coma. Entonces pronunciaré la bendición que te pertenece a ti, mi primer hijo varón, antes de que yo muera. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego me preparas un guiso como a mí me gusta y me lo sirves, y yo te daré la bendición antes de que muera. La Biblia Textual 3a Edicion y prepárame manjares como a mí me gustan y tráemelos para que coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que muera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 guísala como a mí me gusta y tráemela para que la coma y te bendiga antes de morir'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y hazme un guisado, como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que mi alma te bendiga antes que yo muera. |
Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!
Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: «Hermana nuestra: ¡que seas madre de millares! ¡Que tus descendientes conquisten las ciudades de sus enemigos!».
Jacob fue a buscar los cabritos, se los llevó a su madre y ella preparó el guiso tal como le gustaba a su padre.
—Soy Esaú, tu primogénito —contestó Jacob—. Ya hice todo lo que me pediste. Ven, por favor, y siéntate a comer de lo que he cazado; así podrás darme tu bendición.
Así que no lo reconoció, porque sus manos eran velludas como las de Esaú. Ya se disponía a bendecirlo
Entonces su padre dijo: —Tráeme lo que has cazado, para que lo coma, y te daré mi bendición. Jacob sirvió y su padre comió. También le llevó vino y su padre lo bebió.
Jacob se acercó y lo besó. Cuando Isaac olió su ropa, lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el de un campo bendecido por el Señor.
También él preparó un guiso, se lo llevó a su padre y le dijo: —Levántate, padre mío, y come de lo que ha cazado tu hijo. Luego podrás darme tu bendición.
Como Rebeca había estado escuchando mientras Isaac hablaba a su hijo Esaú, en cuanto este se fue al campo a cazar un animal para su padre,
que cace un animal y se lo traiga para hacerle un guiso como a él le gusta. También le ha prometido que antes de morir lo va a bendecir, poniendo al Señor como testigo.
Ve al rebaño y tráeme de allí dos de los mejores cabritos, para que yo le prepare a tu padre un guiso como a él le gusta.
Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones.
—Son los hijos que Dios me ha concedido aquí —respondió José a su padre. Entonces Israel dijo: —Acércalos, por favor, para que les dé mi bendición.
Estas son las doce tribus de Israel y esto es lo que su padre dijo cuando impartió a cada una de ellas su bendición.
Simeón les dio su bendición y dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición,
Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.
Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, previendo lo que les esperaba en el futuro.
Entonces Josué bendijo a Caleb, hijo de Jefone, y le dio por herencia el territorio de Hebrón.