Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra y Dios continuó diciendo:
Génesis 18:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Abraham alzó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de él. Al verlos, corrió desde la entrada de la tienda a saludarlos. Postrándose en tierra, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces levantó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de allí. Cuando los vio, corrió a recibirlos, y se inclinó hasta el suelo en señal de bienvenida. Biblia Católica (Latinoamericana) Al levantar sus ojos, Abrahán vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra, La Biblia Textual 3a Edicion Y alzando sus ojos, miró, y he aquí tres varones erguidos frente a él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la puerta de su tienda y se postró a tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alzó los ojos y vio a tres hombres de pie delante de él. En cuanto los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda, se postró en tierra, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la tierra, |
Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra y Dios continuó diciendo:
Luego aquellos visitantes se levantaron y partieron de allí en dirección a Sodoma. Abraham los acompañó para despedirlos.
Dos de los visitantes partieron de allí y se encaminaron a Sodoma, pero Abraham se quedó de pie frente al Señor.
dijo: —Mi señor, si este servidor suyo cuenta con su favor, le ruego que no me pase de largo.
Caía la tarde cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Al verlos, se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra.
Una tarde, salió a dar un paseo por el campo. De pronto, al levantar la vista, vio que se acercaban unos camellos.
José era el gobernador del país y el que vendía trigo a todo el mundo. Cuando sus hermanos llegaron, se postraron rostro en tierra ante él.
Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que habían llevado y se postraron rostro en tierra ante él.
—Nuestro padre, su siervo, se encuentra bien y todavía vive —respondieron ellos. Enseguida se arrodillaron y se postraron ante él para honrarlo.
Todavía estaba José en su casa cuando llegaron Judá y sus hermanos. Entonces se postraron rostro en tierra
Los profetas de Jericó, al verlo, exclamaron: «¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!». Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él, rostro en tierra.
No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él, espada en mano. Josué se acercó y preguntó: —¿Es usted de los nuestros o del enemigo?
El ángel del Señor se apareció a ella y le dijo: «Eres estéril y no tienes hijos, pero vas a concebir y tendrás un hijo.
Rut se inclinó, se postró rostro en tierra y exclamó: —¿Cómo es que le he caído tan bien a usted, hasta el punto de fijarse en mí, siendo solo una extranjera?