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Génesis 15:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Pero Abram respondió: —Mi Señor y Dios, ¿de qué me sirve que me des algo, si aún sigo sin tener hijos y el heredero de mis bienes será Eliezer de Damasco?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Abram le respondió: —Oh Señor Soberano, ¿de qué sirven todas tus bendiciones si ni siquiera tengo un hijo? Ya que tú no me has dado hijos, Eliezer de Damasco, un siervo de los de mi casa, heredará toda mi riqueza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Abram respondió: 'Señor Yavé, ¿qué me quieres dar? Soy un hombre sin hijos, y todo lo que poseo pasará a Eliezer de Damasco.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y respondió Abram: Señor YHVH, ¿qué me has de dar?, pues yo continúo sin descendencia, y el heredero de mi casa será ese damasceno Eliécer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió Abrán: 'Señor mío, Yahveh, ¿qué me podrás dar, cuando estoy para irme sin hijo, y el heredero de mi casa será ese damasceno Eliézer?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar, siendo así que ando sin hijos, y el mayordomo de mi casa es ese Eliezer de Damasco?

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Otras versiones



Génesis 15:2
21 Referencias Cruzadas  

Durante la noche, Abram y sus siervos desplegaron sus fuerzas y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Hobá, que está al norte de Damasco.


Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: «No tengas miedo, Abram. Yo soy tu escudo y muy grande será tu recompensa».


Como no me has dado ningún hijo, mi herencia la recibirá uno de mis criados.


Luego tomó diez camellos, y toda clase de regalos de lo mejor que tenía su amo, y partió hacia la ciudad de Najor en Aram Najarayin.


Un día, Abraham dijo al criado más antiguo de su casa, que era quien administraba todos sus bienes: —Pon tu mano debajo de mi muslo


Isaac oró al Señor en favor de su esposa, porque era estéril. El Señor oyó su oración y ella quedó embarazada.


En esta casa no hay nadie más importante que yo. Mi patrón no me ha negado nada, excepto usted, que es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer tal maldad y pecar así contra Dios?


Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de José y antes de entrar le dijeron:


Más tarde, José ordenó al mayordomo de su casa: «Llena con todo el alimento que les quepa los costales de estos hombres y pon en sus bolsas el dinero de cada uno de ellos.


Los hijos son una herencia del Señor, el fruto del vientre es una recompensa.


La esperanza que se demora aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida.


El siervo sabio gobernará al hijo sinvergüenza, y compartirá la herencia con los otros hermanos.


Profecía contra Damasco: «¡Miren a Damasco! ¡Ya no será una ciudad! ¡Será convertida en un montón de escombros!


les concederé ver grabado su nombre dentro de mi Templo y de mis murallas; ¡eso les será mejor que tener hijos e hijas! También les daré un nombre eterno que jamás será borrado.


Mensaje acerca de Damasco: «Jamat y Arfad están desanimadas, pues ya saben la mala noticia. Están inquietas, se agitan como el mar y no pueden calmarse.


No le dio herencia alguna en ella, ni siquiera dónde plantar el pie, pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia, aunque Abraham no tenía ni un solo hijo todavía.


—Es una joven moabita que volvió de la tierra de Moab con Noemí —le contestó el capataz—.


Entonces hizo esta promesa: «Señor de los Ejércitos, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida y nunca se le cortará el cabello».