Éxodo 9:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El granizo arrasó con todo lo que había en los campos de Egipto, y con personas y animales; acabó con todos los cultivos y destrozó todos los árboles. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país. Biblia Nueva Traducción Viviente Dejó a Egipto totalmente en ruinas. El granizo destruyó todo lo que había en campo abierto: personas, animales y plantas por igual; hasta los árboles quedaron destrozados. Biblia Católica (Latinoamericana) El granizo dañó todo cuanto había en el campo, en todo el país de Egipto, desde los hombres hasta los animales; el granizo echó a perder todas las verduras del campo y aun quebró todos los árboles del campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y aquel granizo golpeó toda la tierra de Egipto, todo lo que estaba en el campo, desde los hombres hasta las bestias, y destrozó el granizo toda la hierba del campo y desgajó todos los árboles del campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El granizo hirió en todo el territorio de Egipto cuanto había en el campo, desde los hombres hasta los animales. Trituró también todas las hierbas del campo y destrozó todos los árboles del campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país. |
Ordena inmediatamente que se pongan bajo techo tus ganados y todo lo que tengas en el campo, lo mismo personas que animales, porque el granizo caerá sobre los que anden al aire libre y los matará”».
Llovió granizo y con el granizo caían rayos zigzagueantes. Nunca en toda la historia de Egipto como nación hubo una tormenta peor que esta.
En efecto, al día siguiente así lo hizo el Señor. Murió todo el ganado de los egipcios, pero del ganado de los israelitas no murió ni un solo animal.
»”Por tanto, así dice el Señor y Dios: En mi furia desataré un viento huracanado; en mi ira, una lluvia torrencial; en mi furia, granizo destructor.
Mientras los amorreos huían de Israel, por la bajada entre Bet Jorón y Azeca, el Señor mandó del cielo una tremenda granizada que mató a más gente de la que el ejército israelita había matado a filo de espada.