Ahora, pues, busquen al Señor su Dios de todo corazón y con toda el alma. Comiencen la construcción del santuario de Dios el Señor, para que trasladen el arca del pacto y los utensilios sagrados al templo que se construirá en honor de su Nombre».
Éxodo 9:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 pero otros no hicieron caso de la palabra del Señor y dejaron en el campo a sus esclavos y ganados. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo. Biblia Nueva Traducción Viviente pero los que no hicieron caso a la palabra del Señor dejaron a los suyos a la intemperie. Biblia Católica (Latinoamericana) pero aquellos que no hicieron caso a la palabra de Yavé los dejaron en el campo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el que no puso en su corazón la palabra de YHVH, dejó a sus siervos y sus ganados en el campo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pero los que no prestaron oídos a la palabra de Yahveh dejaron a sus siervos y a sus ganados en el campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo. |
Ahora, pues, busquen al Señor su Dios de todo corazón y con toda el alma. Comiencen la construcción del santuario de Dios el Señor, para que trasladen el arca del pacto y los utensilios sagrados al templo que se construirá en honor de su Nombre».
»¿Qué es el hombre a quien das tanta importancia, que tanta atención le concedes,
Algunos funcionarios del faraón temieron la palabra del Señor y se apresuraron a poner bajo techo a sus esclavos y ganados,
Entonces el Señor dijo a Moisés: «Levanta los brazos al cielo, para que en todo Egipto caiga granizo sobre la gente y los animales, y sobre todo lo que crece en el campo».
El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
Aquel hombre me dijo: «Hijo de hombre, abre los ojos, escucha bien y presta atención a todo lo que estoy por mostrarte, pues para eso se te ha traído aquí. Anda luego y comunícale al pueblo de Israel todo lo que veas».
»Entonces me dijo: “No tengas miedo, Daniel. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a ella estoy aquí.
Al verla agonizante, las parteras que la atendían dijeron: «Anímate, que has dado a luz un niño». Ella no respondió; ni siquiera les hizo caso.