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Éxodo 4:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Ahora ve! Yo estaré contigo cuando hables y te enseñaré lo que debes decir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Quién hace que uno vea y que el otro sea ciego o sordo? ¿No soy yo, Yavé?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ahora pues, ve, y Yo estaré con tu boca, y te instruiré acerca de lo que hablarás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así que vete. Yo estaré en tu boca, y te sugeriré lo que hayas de hablar'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ahora pues, ve, que yo seré con tu boca, y te enseñaré lo que has de decir.

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Otras versiones



Éxodo 4:12
20 Referencias Cruzadas  

Envió a su siervo Moisés, y a Aarón, a quien había escogido,


Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno firme.


No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento, y cuyo brío hay que domar con brida y freno para acercarlos a ti».


—Yo estaré contigo —respondió Dios—. Y te voy a dar una señal de que soy yo quien te envía: Cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán en esta montaña.


—Señor —insistió Moisés—, te ruego que envíes a alguna otra persona.


Tú hablarás con él y le pondrás las palabras en la boca; yo los ayudaré a hablar, a ti y a él, y les enseñaré lo que tienen que hacer.


Él hablará por ti al pueblo, como si tú mismo le hablaras, y tú hablarás a él por mí, como si hablara yo mismo.


Hizo de mi boca una espada afilada y me escondió en la sombra de su mano; me convirtió en una flecha pulida y me escondió en su aljaba.


Mi Señor y Dios me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.


Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo: «He puesto en tu boca mis palabras.


Moisés siguió diciendo: —Ahora van a saber si el Señor me ha enviado a hacer todas estas cosas o si estoy actuando por mi cuenta.


Y cuando los arresten, no se preocupen de antemano por lo que van a decir. Solo declaren lo que se les dé a decir en ese momento, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.


Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, dijo uno de sus discípulos: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.


Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho.


Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio,


Por eso levantaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca y él les dirá todo lo que yo le mande.