Pero, cuando los eunucos comunicaron la orden del rey, la reina se negó a ir. Esto contrarió mucho al rey y se enfureció.
Ester 3:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Cuando Amán se dio cuenta de que Mardoqueo no se postraba ante él ni le rendía homenaje, se enfureció. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Amán vio que Mardoqueo no se inclinaba ante él ni le rendía homenaje, se llenó de furia. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Amán vio que Mardoqueo no se arrodillaba ni se agachaba ante él, se puso furioso. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando Amán observó que Mardoqueo no se inclinaba ni se postraba ante él, se llenó de furor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Amán comprobó que Mardoqueo no se arrodillaba ni se postraba ante él, y se llenó de ira. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. |
Pero, cuando los eunucos comunicaron la orden del rey, la reina se negó a ir. Esto contrarió mucho al rey y se enfureció.
Todos los servidores de palacio asignados a la puerta del rey se postraban ante Amán, y le rendían homenaje, porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se postraba ante él ni le rendía homenaje.
Día tras día se lo reclamaban; pero él no les hacía caso. Por eso lo denunciaron a Amán para ver si seguía tolerándose la conducta de Mardoqueo, ya que este les había confiado que era judío.
Amán salió aquel día muy contento y de buen humor; pero, cuando vio a Mardoqueo en la puerta del rey y notó que no se levantaba ni temblaba ante su presencia, se llenó de ira contra él.
Los malvados conspiran contra los justos y rechinan los dientes contra ellos;
El necio muestra enseguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto.
El iracundo tendrá que afrontar el castigo; el que intente disuadirlo aumentará su enojo.
Orgulloso, arrogante e insolente es quien se comporta con desmedida soberbia.
al necio se le dan muchos puestos elevados, pero a la gente valiosa se les dan los puestos más bajos.
Ante la respuesta de Sadrac, Mesac y Abednego, Nabucodonosor se puso muy furioso y cambió su actitud hacia ellos. Mandó entonces que se calentara el horno siete veces más de lo normal,