las vasijas, los cortapabilos, los tazones, la vajilla y los incensarios; y las bisagras de oro para las puertas del Lugar Santísimo, como también para las puertas de la nave central del templo.
Esdras 1:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El inventario de dichos utensilios fue el siguiente: tazones de oro 30 tazones de plata 1,000 cuchillos 29 Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y esta es la cuenta de ellos: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, Biblia Nueva Traducción Viviente La siguiente es una lista de los artículos que se devolvieron: tazones de oro 30 tazones de plata 1000 recipientes de plata para quemar incienso 29 Biblia Católica (Latinoamericana) Esta es la lista: 30bandejas de oro, 1.000 bandejas de plata, 29cuchillos, La Biblia Textual 3a Edicion Y esta fue su cuenta: treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 He aquí el inventario: treinta bandejas de oro, mil bandejas de plata, veintinueve cuchillos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esta es la cuenta de ellos; treinta tazones de oro, mil tazones de plata, veintinueve cuchillos, |
las vasijas, los cortapabilos, los tazones, la vajilla y los incensarios; y las bisagras de oro para las puertas del Lugar Santísimo, como también para las puertas de la nave central del templo.
Además, el comandante de la guardia tomó los incensarios y los tazones, todo lo cual era de oro y de plata.
Cuando terminaron, llevaron al rey y a Joyadá el dinero que sobró, y estos lo utilizaron para hacer utensilios para el Templo del Señor: utensilios para el culto y para los holocaustos, y cucharones y vasos de oro y de plata. Todos los días, mientras Joyadá vivió, se ofrecieron holocaustos en el Templo del Señor.
También hizo las ollas, las tenazas y los tazones. Así Hiram terminó todo el trabajo que había emprendido para el rey Salomón en el templo de Dios, es decir:
Hizo, además, diez mesas y las colocó en el templo, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte. También hizo cien tazones de oro.
Lo que pesé fue lo siguiente: seiscientos cincuenta talentos de plata, utensilios de plata que pesaban cien talentos, cien talentos de oro,
veinte tazas de oro que pesaban mil dáricos, y dos recipientes de bronce pulido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro.
Así que los sacerdotes y levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que fueron pesados para llevarlos al Templo de nuestro Dios en Jerusalén.
Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite. Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.
Instigada por su madre, le pidió: «Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».