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2 Samuel 14:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Esta servidora suya tenía dos hijos, los cuales se pusieron a pelear en el campo. Como no había nadie que los separara, uno de ellos le asestó un golpe al otro y lo mató.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Tu sierva tenía dos hijos, y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los separase, hirió el uno al otro, y lo mató.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

mis dos hijos se pelearon en el campo y, como no había nadie que los separara, uno de ellos resultó muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tu sirvienta tenía dos hijos. Se pelearon en el campo, no había allí nadie para separarlos, y uno mató al otro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Tu sierva tenía dos hijos y los dos se pelearon en el campo, y no habiendo quien los separara, el uno hirió al otro y lo mató.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tenía tu sierva dos hijos que se pelearon en el campo y, no habiendo nadie que se interpusiera entre ellos, el uno hirió al otro y le dio muerte.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y tu sierva tenía dos hijos y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los separase, hirió el uno al otro, y lo mató.

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Otras versiones



2 Samuel 14:6
7 Referencias Cruzadas  

Caín habló con su hermano Abel. Y cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo asesinó.


Este, por su parte, había dado instrucciones a sus criados: «No pierdan de vista a Amnón. Y cuando se le alegre el corazón por el vino, yo daré la señal de ataque y ustedes lo matarán. No tengan miedo, pues soy yo quien da la orden. Ánimo; sean valientes».


Los criados hicieron con Amnón tal como Absalón había ordenado. Entonces los otros hijos del rey se levantaron, montó cada uno su mula y salieron huyendo.


—¿Qué te pasa? —preguntó el rey. —Soy una pobre viuda —respondió ella—; mi esposo ha muerto.


Pero ahora resulta que toda la familia se ha puesto en contra de esta servidora suya. Me exigen que entregue al asesino para que lo maten, y así vengar la muerte de su hermano, aunque al hacerlo eliminen al heredero. La verdad es que de esa manera apagarían la última luz de esperanza que me queda, y dejarían a mi esposo sin nombre ni descendencia sobre la tierra.


Al día siguiente volvió a salir y, al ver que dos hebreos peleaban entre sí, preguntó al culpable: —¿Por qué golpeas a tu compañero?