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2 Samuel 13:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El centinela de la ciudad alzó la vista y vio que del oeste, por la ladera del monte, venía bajando una gran multitud. Entonces fue a decirle al rey: «Veo venir gente por el camino de Joronayin, por la ladera del monte». Mientras tanto, Absalón había huido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y Absalón huyó. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucha gente que venía por el camino a sus espaldas, del lado del monte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras tanto, Absalón escapó. En ese momento, el centinela que estaba sobre la muralla de Jerusalén vio a una multitud descendiendo de una colina por el camino desde el occidente. Entonces corrió y le dijo al rey: —Veo a una multitud que viene por el camino de Horonaim por la ladera de la colina.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El joven que estaba de vigía divisó un grupo importante que bajaba por el camino de Bajurim, y fue a informar al rey: 'Vi unos hombres que bajan por el camino de Bajurim por la falda del cerro'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Absalón huyó. Y el joven centinela alzó los ojos y miró, y he aquí que mucha gente venía por el camino de rodeo al costado del monte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y Absalón emprendió la huida. Cuando el centinela levantó la vista, divisó mucha gente que venía por el camino de Joronáin, por la ladera del monte. [Se fue, pues, el centinela a informar al rey y le dijo: 'He visto gente que baja por el camino de Joronáin, por la ladera del monte. ']

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero Absalón huyó. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucho pueblo que venía por el camino a sus espaldas, del lado de la montaña.

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Otras versiones



2 Samuel 13:34
6 Referencias Cruzadas  

Jonadab comentó al rey: —Aquí llegan los hijos del rey, tal como yo le había dicho.


Mientras tanto, David se hallaba sentado en el pasadizo que está entre las dos puertas de la ciudad. El centinela, que había subido al muro de la puerta, alzó la vista y vio a un hombre que corría solo.


El que es perseguido por homicidio será un fugitivo hasta la muerte. ¡Que nadie le brinde su apoyo!


Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y lo muerde una serpiente.