En aquel día los egipcios se volverán cobardes. Se estremecerán de terror ante la mano amenazante que el Señor de los Ejércitos agita contra ellos.
1 Corintios 2:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; Biblia Nueva Traducción Viviente Me acerqué a ustedes en debilidad: con timidez y temblor. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo mismo me sentí débil ante ustedes, tímido y tembloroso. La Biblia Textual 3a Edicion Y llegué a vosotros con debilidad, y con temor y con mucho temblor;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y me presenté ante vosotros débil y con mucho temor y temblor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor; |
En aquel día los egipcios se volverán cobardes. Se estremecerán de terror ante la mano amenazante que el Señor de los Ejércitos agita contra ellos.
Atravesando Anfípolis y Apolonia, Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.
Mientras Galión era gobernador de Acaya, los judíos a una atacaron a Pablo y lo llevaron al tribunal.
Pero cuando los judíos se opusieron a Pablo y lo insultaron, este se sacudió la ropa en señal de protesta y dijo: «¡Caiga la sangre de ustedes sobre su propia cabeza! Estoy libre de responsabilidad. De ahora en adelante me dirigiré a los no judíos».
Por la humildad y la bondad de Cristo yo, Pablo, apelo a ustedes personalmente; yo mismo que, según dicen, soy tímido cuando me encuentro cara a cara con ustedes, pero atrevido cuando estoy lejos.
pues algunos dicen: «Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie y como orador es un fracaso».
Es cierto que fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes.
De hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes fuertes; y oramos a Dios para que los restaure plenamente.
Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos desanimamos.
Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.
Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias;
Y él les tiene aún más cariño al recordar que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con temor y temblor.
Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, nos vimos acosados por todas partes: conflictos por fuera, temores por dentro.
Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con respeto y temor, y con corazón sincero, como a Cristo.