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Efesios 6:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con respeto y temor, y con corazón sincero, como a Cristo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con profundo respeto y temor. Sírvanlos con sinceridad, tal como servirían a Cristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Siervos, obedezcan a sus patrones de este mundo con respeto y responsabilidad, con corazón sincero, como quien obedece a Cristo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Los siervos: Obedeced a los señores según la carne, con temor y temblor, con sinceridad de corazón, como al Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Esclavos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con sumisión y respeto, en la sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;

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Efesios 6:5
27 Referencias Cruzadas  

—Vuelve junto a ella y sométete a su autoridad —le dijo el ángel del Señor—.


Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con honestidad te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas y he visto con júbilo que tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas.


Como dirigen los esclavos la mirada hacia la mano de su amo, como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama, así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios, hasta que tenga piedad de nosotros.


Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre.


»El hijo honra a su padre y el siervo a su señor. Ahora bien, si soy tu padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo, el Señor de los Ejércitos, les pregunto a ustedes, sacerdotes que desprecian mi nombre. »Y encima preguntan: “¿En qué hemos despreciado tu nombre?”.


»Los ojos son la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tus ojos son buenos, todo tu ser disfrutará de la luz.


»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.


Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores y, además, tengo soldados bajo mi autoridad. Le digo a uno “ve” y va; y al otro, “ven” y viene. Le digo a mi siervo “haz esto” y lo hace.


No dejaban de reunirse unánimes en el Templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,


Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propio pueblo,


Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo.


Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo.


Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.


Y él les tiene aún más cariño al recordar que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con temor y temblor.


Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.


La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.


Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia—, lleven a cabo su salvación con temor y temblor,


ya no como a esclavo, sino como algo mejor: como a un hermano querido, muy especial para mí, pero mucho más para ti, como persona y como hermano en el Señor.


»Por lo tanto, ahora entréguense al Señor y sírvanle con integridad y lealtad. Desháganse de los dioses que sus antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates y en Egipto y sirvan solo al Señor.


al observar su conducta pura y respetuosa.


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