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1 Corintios 1:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, pues en Cristo Jesús, él les ha dado su gracia.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes y por los dones inmerecidos que les dio ahora que pertenecen a Cristo Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Doy gracias sin cesar a mi Dios por ustedes y por la gracia de Dios que les ha sido otorgada en Cristo Jesús,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Doy gracias siempre a mi Dios por vosotros,° por la gracia de Dios que os fue dada en Jesús el Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Doy siempre gracias a mi Dios por vosotros, por la gracia de Dios que os ha sido dada en Cristo Jesús.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;

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Otras versiones



1 Corintios 1:4
12 Referencias Cruzadas  

—No todos pueden comprender este asunto —respondió Jesús—, sino solo aquellos a quienes se les ha concedido entenderlo.


Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.


Y yo pediré al Padre y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre:


Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho.


»Cuando venga el Consolador que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.


Cuando él llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles al Señor,


Al oírlo, alabaron a Dios. Luego dijeron a Pablo: «Ya ves, hermano, cuántos miles de judíos han creído, y todos ellos siguen aferrados a la Ley.


En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe.


Pero gracias a Dios que, aunque antes eran esclavos del pecado, ya se han sometido de corazón a la enseñanza que les fue transmitida.


Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.


Ciertamente la gracia de nuestro Señor se derramó sobre mí con abundancia, junto con la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.