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Lucas 16:3 - Biblia Martin Nieto

Entonces el administrador se puso a pensar: ¿Qué voy a hacer, pues mi amo me quita la administración? Cavar, ya no puedo; mendigar, me da vergüenza.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»El administrador pensó: “¿Y ahora qué haré? Mi jefe me ha despedido. No tengo fuerzas para cavar zanjas y soy demasiado orgulloso para mendigar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El administrador se dijo: '¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré?,° porque mi amo me quita la mayordomía. Para cavar, no tengo fuerzas, y mendigar, me da vergüenza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El administrador se dijo entonces para sí: '¿Qué voy a hacer, ahora que mi señor me quita la administración? Para cavar, ya no tengo fuerzas; pedir limosna, me da vergüenza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces el mayordomo dijo dentro de sí: ¿Qué haré? Porque mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.

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Otras versiones



Lucas 16:3
26 Referencias Cruzadas  

Cuando Amán entró, el rey le preguntó: '¿Cómo debe tratarse a un hombre al que el rey quiere honrar?'. Amán pensaba: '¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí?'. Y contestó:


Desea el perezoso, pero en vano; el deseo de los diligentes será saciado.


El que es negligente en su trabajo es hermano del destructor.


La pereza hace caer en el sopor, la persona indolente pasará hambre.


En invierno el perezoso no ara; en la siega busca, pero en vano.


El que desde la infancia trata suavemente a un esclavo, al fin será maltratado por él.


¿Qué vais a hacer el día de la invasión y de la catástrofe que se acerca de lejos? ¿A quién acudiréis para lograr socorro? ¿Dónde dejaréis vuestras riquezas?


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


¿Qué haréis el día de la solemnidad, el día de la fiesta del Señor?


Al caer la tarde dijo el dueño de la viña a su administrador: Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.


Fueron a Jericó. Y al salir de Jericó con sus discípulos y mucha gente, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.


Y él pensó: ¿Qué haré, pues no tengo donde almacenar mis cosechas?


Entonces lo llamó y le dijo: ¿Qué es lo que oigo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque quedas despedido.


Un pobre, llamado Lázaro, cubierto de úlceras, estaba sentado a la puerta del rico;


Murió el pobre, y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán. Murió también el rico, y lo enterraron.


Ya sé lo que voy a hacer, para que haya quien me reciba en su casa cuando no tenga la administración.


Durante algún tiempo no quiso; pero luego pensó: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres,


Entonces los vecinos y los que solían verlo pidiendo limosna decían: '¿No es éste el que se sentaba a pedir?'. Unos decían: 'Es éste'.


Todos los días llevaban a un cojo de nacimiento y lo ponían a la puerta del templo llamada Hermosa para pedir limosna a los que entraban.


Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer'.


No obstante, nos hemos enterado de que algunos de vosotros viven sin trabajar, sin otra ocupación que curiosear.