He aquí° mi Siervo, a quien Yo sostengo; Mi escogido,° en quien se complace mi alma. He puesto mi Espíritu sobre Él, Y Él traerá la justicia a las naciones.
Colosenses 1:13 - La Biblia Textual 3a Edicion quien nos rescató de la potestad de las tinieblas, y nos trasladó al reino del Hijo de su amor, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, Biblia Nueva Traducción Viviente Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, Biblia Católica (Latinoamericana) El nos arrancó del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo amado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él nos libertó del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor, Biblia Reina Valera Gómez (2023) el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo; Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, |
He aquí° mi Siervo, a quien Yo sostengo; Mi escogido,° en quien se complace mi alma. He puesto mi Espíritu sobre Él, Y Él traerá la justicia a las naciones.
Por tanto, Yo le daré parte con los grandes, Y con los fuertes repartirá despojos, Por cuanto derramó su vida hasta la muerte, Y fue contado entre los pecadores, Habiendo cargado el pecado de multitudes y orado por los transgresores.
He aquí, las tinieblas cubren la tierra; Densa oscuridad a los pueblos, Pero YHVH se levanta sobre ti, Y en ti será vista su gloria;
¡Alégrate mucho, capital de Sión! ¡Da voces de júbilo, ciudad de Jerusalem! Mira a tu Rey llegando, justo y victorioso,° Humilde, montado en un asno, en una cría de asna.°
Estando él aún hablando, he aquí una nube° de luz los cubrió, y de la nube salió° una voz, diciendo: Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido;° a Él oíd.
Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo!
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo, el amado, en quien me complací.°
Esforzaos para entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán.
Estando Yo con vosotros cada día en el templo,° no extendisteis las manos contra mí. Pero ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.
Padre, aquello° que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para que contemplen mi gloria que me has dado, porque me amaste antes de la fundación del mundo.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a juicio,° sino que ha pasado de la muerte a la vida.
a fin de que abras sus ojos, para que vuelvan° de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban,° por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
porque el reino de Dios no consiste en comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
en los cuales el dios° de este mundo° cegó las mentes de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del Mesías, quien es imagen de Dios.
para alabanza de la gloria de su gracia, que nos concedió gratuitamente en el Amado,
teniendo el entendimiento entenebrecido, totalmente ajenos a la vida de Dios a causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón;
Porque esto lo sabéis con certeza, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, esto° es, idólatra, tiene herencia en el reino del Mesías y de Dios.
porque en un tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz
porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernadores del mundo° de las tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
os exhortábamos y consolábamos, y os insistíamos° que anduvierais como es digno de Dios, que os llama° a su propio reino y gloria.
Así que, por cuanto los hijos fueron consubstanciales° con sangre y carne, de igual manera Él también participó° de estas, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa,° pueblo por posesión,° para que proclaméis las proezas° del que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Porque así os será dada ampliamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Jesús el Mesías.
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en Él° y en vosotros, porque las tinieblas° se van alejando, y la luz verdadera ya resplandece.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida,° porque amamos a los hermanos; el que no ama,° permanece en la muerte.
el que practica° el pecado procede del diablo, pues el diablo peca° desde un principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para que destruyera las obras del diablo.