La rebeldía de los simples es su muerte y la indolencia de los necios su perdición.
2 Timoteo 4:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 y dejarán de escuchar la verdad, volviéndose de nuevo a los mitos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Biblia Nueva Traducción Viviente Rechazarán la verdad e irán tras los mitos. Biblia Católica (Latinoamericana) cerrarán los oídos a la verdad y se volverán hacia puros cuentos. La Biblia Textual 3a Edicion y apartarán el oído de la verdad, y serán extraviados a las fábulas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y apartarán de la verdad sus oídos y se volverán a las fábulas. Biblia Traducción en Lenguaje Actual La gente no escuchará la verdadera enseñanza, sino que prestará atención a toda clase de cuentos. |
La rebeldía de los simples es su muerte y la indolencia de los necios su perdición.
que dicen a los videntes: 'No veáis', y a los profetas: 'No nos profeticéis verdades, decidnos cosas halagüeñas profetizad ilusiones;
Pero ellos no quisieron atender, volvieron la espalda, se rebelaron, se taparon los oídos para no oír.
Porque el corazón de este pueblo se ha embotado, con sus oídos pesadamente oyeron, y cerraron sus ojos; no sea que vean con sus ojos y oigan con sus oídos y entiendan con su corazón y se conviertan, y que yo los sane.
Entonces ellos, vociferando, se taparon los oídos y se abalanzaron a una contra él;
Y por eso Dios les manda una poderosa fuerza seductora que los lleva a creer en la mentira,
ni preocuparse de mitos y genealogías interminables, que sólo suscitan especulaciones, en vez de presentar el plan de Dios basado en la fe.
Rechaza, por el contrario, los mitos profanos, que son cuentos de viejas. Entrénate en la religión.
Timoteo, guarda el depósito que se te ha confiado y evita los discursos vacíos y perniciosos y las contradicciones de la pretendida ciencia.
Ya sabes que todos los de Asia me han abandonado, entre ellos Figelo y Hermógenes.
y se dejan ya de mitos judíos y de preceptos humanos que se vuelven de espaldas a la verdad.
Pues os dimos a conocer el poder y la parusía de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo sutiles mitos, sino en cuanto testigos oculares de su grandeza.