La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 1:10 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

Si alardeamos de no haber pecado, dejamos a Dios por mentiroso; además, ponemos en evidencia que no hemos acogido su mensaje.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si afirmamos que no hemos pecado, llamamos a Dios mentiroso y demostramos que no hay lugar para su palabra en nuestro corazón.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Si dijéramos que no hemos pecado, sería como decir que él miente, y su palabra no estaría en nosotros.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si decimos que no hemos pecado, tachamos a Dios de mentiroso y su palabra no está en nosotros.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 1:10
12 Referencias Cruzadas  

El que acepta su testimonio, reconoce a la vez que Dios dice la verdad.


El mensaje de Cristo llene con toda su riqueza vuestros corazones, y sed de veras maestros y consejeros los unos de los otros. Con un corazón profundamente agradecido, cantad a Dios salmos, himnos y canciones inspiradas.


Si alardeamos de no cometer pecado, somos unos ilusos y unos mentirosos.


Os escribo, hijos míos, porque conocéis al Padre. Y a vosotros, los mayores, porque permanecéis en el conocimiento del que existe desde siempre . Y a vosotros, los jóvenes, porque sois valientes, habéis acogido el mensaje de Dios y habéis vencido al maligno.


Quien dice: 'Yo le conozco', pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y está lejos de la verdad.


En cuanto a vosotros, hijos míos, pertenecéis a Dios y habéis vencido a esos pretendidos profetas, pues el que está con vosotros es más fuerte que el que está con el mundo.


Por eso, si creemos en el Hijo de Dios, es que hemos aceptado el testimonio de Dios. Pero quien no se fía de Dios ni presta crédito al testimonio que él ha dado en favor de su Hijo, está acusando a Dios de mentiroso.


Compartimos, en efecto, la misma verdad la cual nos acompañará siempre.