La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Samuel 6:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Aquel día David se sintió temeroso del Señor y exclamó: «¡Es mejor que no me lleve el arca del Señor!»

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora David tenía miedo del Señor y preguntó: «¿Cómo podré regresar el arca del Señor para que esté bajo mi cuidado?».

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ese día sintió David un verdadero temor por Yavé y se dijo: '¿Y el Arca de Yavé va a entrar en mi casa?'

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero aquel día David tuvo temor de YHVH, y dijo: ¿Cómo podrá venir a mí el Arca de YHVH?

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

David sintió temor ante Yahveh aquel día, y dijo: '¿Cómo va a venir a mi casa el arca de Yahveh?'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Samuel 6:9
12 Referencias Cruzadas  

David se enojó porque el Señor había matado a Uza, así que llamó a aquel lugar Peres Uza, nombre que conserva hasta el día de hoy.


»Pero ¿será posible, Dios mío, que tú habites en la tierra? Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!


Mi cuerpo se estremece por el temor que me inspiras; siento reverencia por tus leyes.


Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!»


Así que tuve miedo, y fui y escondí tu dinero en la tierra. Mira, aquí tienes lo que es tuyo”.


Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Vosotras sois hijas de ella si hacéis el bien y vivís sin ningún temor.


y los habitantes de Bet Semes dijeron: «El Señor es un Dios santo. ¿Quién podrá presentarse ante él? ¿Y a dónde podremos enviar el arca para que no se quede entre nosotros?»