Pero Judá le recordó: ―Aquel hombre nos advirtió claramente que no nos presentáramos ante él, a menos que lo hiciéramos con nuestro hermano menor.
2 Samuel 3:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 «Muy bien —respondió David—. Haré un pacto contigo, pero con esta condición: Cuando vengas a verme, trae contigo a Mical hija de Saúl. De lo contrario, no te recibiré». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y David dijo: Bien; haré pacto contigo, mas una cosa te pido: No me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vengas a verme. Biblia Nueva Traducción Viviente «Muy bien —respondió David—, pero no negociaré contigo a menos que cuando vengas me traigas a mi esposa Mical, hija de Saúl». Biblia Católica (Latinoamericana) David le respondió: 'De acuerdo, haré un pacto contigo, pero con una condición: Cuando vengas, tráeme a Mical, la hija de Saúl; si no, nada sacarás con presentarte ante mí'. La Biblia Textual 3a Edicion Y él respondió: Bien, yo concertaré pacto contigo, pero una cosa requeriré de ti: No verás mi rostro sin que primero traigas a Mical hija de Saúl cuando vengas a verme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió David: 'Está bien; haré un trato contigo. Solamente te pido una cosa: no has de venir a verme si no traes a Mical, hija de Saúl, cuando te presentes ante mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David dijo: Bien; yo haré alianza contigo; pero una cosa requiero de ti, y es: Que no mirarás mi rostro, a menos que primero traigas a Mical, la hija de Saúl, cuando vinieres a verme. |
Pero Judá le recordó: ―Aquel hombre nos advirtió claramente que no nos presentáramos ante él, a menos que lo hiciéramos con nuestro hermano menor.
Pero mi señor insistió y nos advirtió que, si no traíamos a nuestro hermano menor, nunca más seríamos recibidos en su presencia.
Nosotros le contestamos: “No podemos ir si nuestro hermano menor no va con nosotros. No podremos presentarnos ante hombre tan importante, a menos que nuestro hermano menor nos acompañe”.
Entonces Abner envió unos mensajeros a decirle a David: «¿A quién le pertenece la tierra, si no a ti? Haz un pacto conmigo, y yo te apoyaré para hacer que todo Israel se ponga de tu parte».
Sucedió que, al entrar el arca del pacto del Señor en la Ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, se asomó a la ventana; y, cuando vio que el rey David saltaba y danzaba con alegría, sintió por él un profundo desprecio.