La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Mateo 2:3 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

El rey Herodes y todos los habitantes de Jerusalén se pusieron muy nerviosos cuando oyeron hablar de esto.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando el rey Herodes oyó eso, se perturbó profundamente igual que todos en Jerusalén.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Herodes y toda Jerusalén quedaron muy alborotados al oír esto.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalem con él.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al enterarse el rey Herodes se sobresaltó, y toda Jerusalén con él.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.

Ver Capítulo
Otras versiones



Mateo 2:3
14 Referencias Cruzadas  

y preguntaron: '¿Dónde está el niño que nació para ser el rey de los judíos? Vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo'.


Entonces Herodes reunió a los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley, y les preguntó: --¿Dónde tiene que nacer el Mesías?


'¡Gente de Jerusalén, gente de Jerusalén! Ustedes matan a los profetas y a los mensajeros que Dios les envía. Muchas veces quise protegerlos, como la gallina que cuida a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron.


'Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.


los demonios gritaron: --¡Jesús, Hijo de Dios!, ¿qué vas a hacernos? ¿Vas a castigarnos antes del juicio final?


'Ustedes oirán que hay guerras en algunos países, y que otros países están a punto de pelearse. No se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.


Estaban muy enojados porque Pedro y Juan enseñaban que los muertos podían resucitar, así como Jesús había sido resucitado.