Edificó también al cabo de la Casa veinte codos de tablas de cedro, desde el solado hasta las paredes, y se labró en la Casa un oratorio, que es el lugar santísimo.
Levítico 16:2 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras y el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no entre en todo tiempo en el santuario del velo adentro, delante de la cubierta que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre la cubierta. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dijo a Moisés: «Advierte a tu hermano Aarón que no entre cuando quiera en el Lugar Santísimo que está detrás de la cortina interior; si lo hace, morirá. Pues allí está la tapa del arca —el lugar de la expiación—, y yo mismo estoy presente en la nube que está sobre la tapa de la expiación. Biblia Católica (Latinoamericana) Le dijo: 'Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Santuario que está detrás del velo, ni se presente ante el lugar del Perdón que está encima del Arca, no sea que muera, pues es allí donde yo me manifiesto en medio de la nube, encima del Lugar del Perdón. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo YHVH a Moisés: habla a tu hermano Aarón que no en todo tiempo entre en el Santuario detrás del velo,° delante del propiciatorio que está sobre el Arca, no sea que muera, porque Yo me muestro en la nube sobre el propiciatorio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Yahveh a Moisés: 'Di a tu hermano Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. |
Edificó también al cabo de la Casa veinte codos de tablas de cedro, desde el solado hasta las paredes, y se labró en la Casa un oratorio, que es el lugar santísimo.
Y los sacerdotes metieron el arca del pacto del SEÑOR en su lugar, en el oratorio de la Casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.
Y no podían los sacerdotes estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa de Dios.
Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre de la expiación para las reconciliaciones; una vez en el año hará expiación sobre él en vuestras edades; será santísimo al SEÑOR.
Y pondrá el incienso sobre el fuego delante del SEÑOR, y la nube del incienso cubrirá la cubierta que está sobre el testimonio, y no morirá.
Y esto tendréis por estatuto perpetuo, para expiar a los hijos de Israel de todos sus pecados una vez en el año. Y Moisés lo hizo como el SEÑOR le mandó.
Pero a los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida al SEÑOR.
A la puerta, pues, del tabernáculo del testimonio estaréis día y noche por siete días, y guardaréis la ordenanza delante del SEÑOR, para que no muráis; porque así me ha sido mandado.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de sobre mí, para que no mueran.
Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar, y del velo adentro, y ministraréis; porque yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.
mas esto haréis con ellos, para que vivan, y no mueran cuando llegaren al lugar santísimo: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su ministerio, y en su cargo.
Cuando se hubiere de mudar el campamento, vendrán Aarón y sus hijos, y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio;
Y he aquí, el velo del Templo se rompió en dos, de alto a bajo; y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;
la cual tenemos como por segura y firme ancla del alma, y que entra hasta en lo que está dentro del velo,
Y no para ofrecerse muchas veces a sí mismo, (como entra el sumo sacerdote en el santuario una vez cada año con la sangre ajena.)
Y sobre ella los querubines de la gloria que cubrían el propiciatorio, cosas de las cuales no se puede ahora hablar en detalle.
Y fue el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y por su potencia; y ninguno podía entrar en el templo, hasta que fuesen consumadas las siete plagas de los siete ángeles.