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Juan 5:7 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Y el enfermo le respondió: Señor, no tengo hombre que cuando el agua fuere revuelta, me meta en el estanque; porque entre tanto que yo vengo, otro antes de mí ha descendido.

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Biblia Reina Valera 1960

Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—Es que no puedo, señor —contestó el enfermo—, porque no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua. Siempre alguien llega antes que yo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El enfermo le contestó: 'Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Señor, le respondió el enfermo, no tengo un hombre que me meta en el estanque cuando es agitada el agua, y mientras yo voy, otro baja antes de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El enfermo le contestó: 'Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; y para cuando yo llego, ha bajado otro antes que yo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Señor, le respondió el enfermo, no tengo hombre que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; pues entre tanto que yo vengo, otro desciende antes que yo.

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Otras versiones



Juan 5:7
10 Referencias Cruzadas  

Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociese; no tuve refugio, no había quién volviese por mi vida.


Porque él librará al menesteroso que clamare, y al pobre que no tuviere quién le socorra.


Y hay en Jerusalén a la puerta de las ovejas un estanque, que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco portales.


En éstos yacía multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que estaban esperando el movimiento del agua.


Porque un ángel descendía a cierto tiempo al estanque, y revolvía el agua; y el que primero descendía en el estanque después del movimiento del agua, era sano de cualquier enfermedad que tuviese.


Cuando Jesús vio a éste echado, y supo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: ¿Quieres ser sano?


Porque el Cristo, cuando aún éramos flacos, a su tiempo murió por los impíos.


¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis.


Porque el SEÑOR juzgará a su pueblo, y se arrepentirá él mismo por sus siervos, cuando viere que su fuerza pereció sin quedar nadie guardado ni quedado.