sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,
Juan 16:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora voy a aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ahora me voy donde Aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ahora voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta:° ¿A dónde vas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Ahora me voy al que me ha enviado y ninguno de vosotros me pregunta; '¿Adónde vas?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? |
sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba,
Le dice Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Le respondió Jesús: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir; mas me seguirás después.
Habéis oído cómo yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amaseis, ciertamente os gozaríais, (porque he dicho) que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Aún un poquito, y no me veréis después ; y otra vez un poquito, y me veréis; porque yo voy al Padre.
Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Aún un poquito, y no me veréis después ; y otra vez un poquito, y me veréis; y, porque yo voy al Padre?
Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
Mas ahora vengo a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
Yo te he clarificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
¿Pues qué será, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?
Y Jesús dijo: Aún un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.
el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,
puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra de Dios.