De esta manera todo Israel llevaba el arca del pacto del SEÑOR, con júbilo y sonido de bocinas, y trompetas, y de címbalos, y salterios, y arpas, haciendo sonido.
Joel 2:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Tocad trompeta en Sion, y pregonad en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día del SEÑOR, porque está cercano. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Toquen las trompetas en Jerusalén! ¡Den la alarma en mi monte santo! Que todos tiemblen de miedo porque está cerca el día del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Toquen la trompeta en Sión! Den la alarma en mi monte santo. ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque está cerca el día de Yavé: ¡Ahí viene! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Soplad el shofar° en Sión! ¡Suene la alarma° en mi santo monte! ¡Tiemblen todos los moradores de esta tierra! Porque ya está cerca el día de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma en mi monte santo! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día de Yahveh; sí, ya está cerca! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tocad la trompeta en Sión, y sonad alarma en mi santo monte: tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día de Jehová, porque está cercano. |
De esta manera todo Israel llevaba el arca del pacto del SEÑOR, con júbilo y sonido de bocinas, y trompetas, y de címbalos, y salterios, y arpas, haciendo sonido.
A los hijos de Coré: Salmo de Canción. Su cimiento es en montes de santidad.
Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y se asentó en todos los términos de Egipto, en gran manera grave; antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal;
Aullad, porque cerca está el día del SEÑOR; como asolamiento por Poderoso vendrá.
He aquí que el día del SEÑOR viene, cruel y de enojo y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.
Porque día del SEÑOR de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido;
Mi mano hizo todas estas cosas, y por ella todas estas cosas fueron, dijo el SEÑOR; a aquél pues miraré que es pobre y abatido de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Oíd palabra del SEÑOR, los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese el SEÑOR. Mas él se manifestará a vuestra alegría, y ellos serán confundidos.
Y acontecerá que cuando anunciares a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por qué habló el SEÑOR sobre nosotros este mal tan grande? ¿Y qué maldad es la nuestra, o qué pecado es el nuestro, que cometiéramos contra el SEÑOR nuestro Dios?
ni por ellos partirán pan por luto, para consolarlos de su muerte; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su padre o por su madre.
Denunciad en Judá, y haced oír en Jerusalén, y decid: Sonad trompeta en la tierra. Pregonad, juntad, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fuertes.
¿A mí no me temeréis? Dice el SEÑOR; ¿delante de mi presencia no os amedrentaréis, que puse arena por término al mar por ordenación eterna, la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
Diles por tanto: Así dijo el Señor DIOS: Haré cesar este refrán, y no repetirán más este dicho en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos días, y el cumplimiento de toda visión.
Clama y aúlla, oh hijo de hombre; porque éste será sobre mi pueblo, será él sobre todos los príncipes de Israel. Temores de cuchillo serán a mi pueblo; por tanto, hiere el muslo;
Porque cerca está el día, cerca está el día del Señor; día de nublado, tiempo de los gentiles será.
y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare shofar, y avisare al pueblo;
Pero si el atalaya viere venir la espada, y no tocare el shofar, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él alguno; él por causa de su pecado fue tomado, mas demandaré su sangre de mano del atalaya.
He aquí el día, he aquí que viene; la mañana ha salido; la vara ha florecido, la soberbia ha reverdecido.
El tiempo es venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda su multitud.
De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen de la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios Viviente y permanente por todos los siglos, y su Reino tal que no se deshará, y su señorío hasta el fin:
Oh Señor, según todas tus justicias, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y todo tu pueblo es dado en vergüenza a todos nuestros alrededores.
Aún estaba hablando, y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante del SEÑOR mi Dios por el monte santo de mi Dios;
Tocad el shofar en Gabaa, trompeta en Ramá; sonad tambor en Bet-avén; tras ti, oh Benjamín.
Pon a tu boca trompeta. Vendrá como águila contra la Casa del SEÑOR, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.
¡Ay del día! Porque cercano está el día del SEÑOR, y vendrá como destrucción hecha por el Todopoderoso.
Y el SEÑOR dará su voz delante de su ejército; porque muchos son sus reales y fuertes, que ponen en efecto su palabra; porque grande es el día del SEÑOR, y muy terrible; ¿y quién lo podrá sufrir?
El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso del SEÑOR.
Muchos pueblos se juntarán en el valle del cortamiento; porque cercano está el día del SEÑOR en el valle del cortamiento.
Y conoceréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, monte de mi santidad; y será Jerusalén santa, y extraños no pasarán más por ella.
¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual el SEÑOR no haya hecho?
¡Ay de los que desean el día del SEÑOR! ¿Para qué queréis este día del SEÑOR? Será de tinieblas, y no de luz;
Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y el SEÑOR me dijo: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; nunca más le pasaré.
Porque el día del SEÑOR está cercano sobre todos los gentiles; como tú hiciste se hará contigo; tu galardón volverá sobre tu cabeza.
Cercano está el día grande del SEÑOR, cercano y muy presuroso; voz amarga del día del SEÑOR; gritará allí el valiente.
Día de trompeta y de algazara, sobre las ciudades fuertes, y sobre las torres altas.
Calla delante de la presencia del Señor DIOS, porque el día del SEÑOR está cercano; porque el SEÑOR ha aparejado sacrificio, prevenido a sus convidados.
En aquel día no te avergonzarás de ninguna de tus obras con las cuales te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás del monte de mi santidad.
He aquí, el día del SEÑOR viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.
Así dijo el SEÑOR: Yo restituiré a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de Verdad, y el monte del SEÑOR de los ejércitos, monte de Santidad.
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, dijo el SEÑOR de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama.
Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover el campamento.
Y cuando las tocaren, toda la congregación se juntará a ti a la puerta del tabernáculo del testimonio.
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, obrad vuestra salud con temor y temblor;
porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche,
Sed también vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, templados, y velad en oración.
porque el gran día de su ira es venido, ¿y quién podrá estar delante de él?