El SEÑOR, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre, y de la tierra de mi natural, y me habló, y me juró diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú tomarás de allá mujer para mi hijo.
Éxodo 4:13 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y él dijo: ¡Ruego Señor! Envía por mano del que has de enviar. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Moisés suplicó de nuevo: —¡Te lo ruego, Señor! Envía a cualquier otro. Biblia Católica (Latinoamericana) Anda ya, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él respondió: ¡Te ruego, Adonay! Envía, te ruego, por medio del que debas enviar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Moisés: '¡Por favor, Señor mío, envía a cualquier otro, al que tú quieras enviar!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: ¡Ay Señor! envía por mano del que has de enviar. |
El SEÑOR, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre, y de la tierra de mi natural, y me habló, y me juró diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú tomarás de allá mujer para mi hijo.
y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano del Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y mi nombre sea llamado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y se multipliquen en gran manera en medio de la tierra.
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh SEÑOR, quita mi alma; que no soy yo mejor que mis padres.
He aquí yo envío el Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Entonces Moisés respondió, y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No se te ha aparecido el SEÑOR.
Ahora pues, ve, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
Entonces el SEÑOR se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y aun he aquí que él te saldrá a recibir, y viéndote, se alegrará de su corazón.
Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre. Pero, fue en mi corazón como un fuego ardiente y metido en mis huesos; trabajé por sufrirlo, y no pude.
Y Jonás se levantó para huir de la presencia del SEÑOR a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagándole su pasaje entró en él, para irse con ellos a Tarsis huyendo de la presencia del SEÑOR.
Y el maestre de la nave se llegó a él, y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; por ventura él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su Reino todos los estorbos, y a los que hacen iniquidad,
Respondió Jesús, y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él envió.
Y el ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres; y dije: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros;