El hermano Felix Salazar relata un poderoso testimonio, donde queda evidenciado el poder de Dios para sanar toda enfermedad.
Salazar cuenta que tiempo atrás se comenzó a sentir mal, y que luego de ser llevado al hospital le detectaron Coronavirus.
Él afirma que los síntomas causados por el virus son terriblemente dolorosos; por lo que aconseja no tomar la situación como un simple juego.
También revela que en medio de su agonía pudo encontrar paz mediante los tiempos de oración; y que aparte pudo recibir bastante apoyo de parte de quienes lo rodean.
Felix glorifica a Dios por la sanidad recibida, y espera que su testimonio sea de ayuda para quien esté atravesando por la misma situación en la que él estuvo.