Sientate a la mesa con El Señor.

No importa si la mesa es cuadrada, redonda, triangular o si incluso si esta dañada, ni siquiera importa el menú. Disfrutar de un gran banquete no es solo apreciar lo delicioso de la comida; es además olvidarse de toda distracción y compartir con las personas con quien estamos a la mesa.

Es maravilloso sentarse y y participar de una buena velada con los demás; pero la tecnología ha sido un obstáculo  para ello. Muchas veces aunque la personas estan físicamente a nuestro lado, se encuentran ausentes en sus mentes.

Tenemos una invitación para reunirnos alrededor de otra mesa para celebrar la Cena del Señor. No tiene que ver con que la iglesia sea grande o pequeña ni con el tipo de pan que se use. Es mas bien, olvidarnos de las preocupaciones y concentrarnos en Jesús.

¿Cuándo gozamos por última vez al participar de la mesa del Señor? ¿Disfrutamos de su presencia o nuestra mente esta en otro lado? Esto realmente importante, porque «todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga» (1 Corintios 11:26) .

Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. (Apocalipsis 19:9)