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En Estados Unidos, donde el año escolar comienza entre agosto y septiembre, la historia de dos profesoras cristianas ha conmovido a las redes sociales al decidir orar por las mesas de sus alumnos antes de cada clase.
Una de ellas, Abby Chain, de 22 años y docente de kinder en Hallsville Independent School District (Texas), grabó un video en el que ora por los estudiantes antes de conocerlos, pidiendo que reciban amor, alegría y paz desde su primer día.
Ella reconoció que, si bien no puede enseñar directamente sobre Jesús por las restricciones legales en centros públicos, sí puede interceder cada mañana.
“Oro para que Jesús coloque a los alumnos correctos en mi salón, que al cruzar la puerta sientan amor. Aunque jamás diga Su nombre en voz alta, quiero ser la luz de Jesús en sus vidas”, expresó.
La docente comparte que desde niña soñaba con ser profesora y marcar positivamente a generaciones. Ahora, con esperanza renovada, abraza la oportunidad recordando: “Quiero cambiar el mundo y ser luz para otros. Veo el bien y sigo soñando igual que cuando tenía cinco años”.
En otro colegio, la maestra Mia Nordon también ora por sus alumnos antes de cada clase. Muchos padres y colegas confirman que la oración trae bendición y protección, destacando el valor de educadores que interceden, aunque no puedan predicar abiertamente.
En los comentarios, profesores de larga trayectoria han compartido que la oración mantiene viva su vocación, ayuda a niños necesitados y permite ser instrumento de esperanza aun en contextos difíciles. Una docente jubilada celebró la valentía de Abby y Mia: “Oro por todos ustedes al comenzar el año escolar con corazones valientes. He orado por mis niños durante 41 años y sé que Dios escucha”.
Otras educadoras afirman que es posible testimoniar a Dios más allá de las palabras, dejando que el amor se refleje en actitudes y dedicación. Padres y familiares consideran que intercesores como Abby y Mia son ejemplo y bendición para la comunidad escolar.
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La oración antes de clases es un acto de fe y amor, capaz de transformar el ambiente escolar y preparar el terreno para la formación integral de niños y jóvenes. “Tus oraciones son importantes, Jesús las escucha y responde en nombre de tus alumnos”, escribió una madre.
Que gran ejemplo nos brindan ambas educadoras, mostrándonos lo importante que es la intercesión y ser un instrumento del Señor en los salones de clase, sembrando esperanza, amor y fe en los corazones por medio de una oración.
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