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Dios se presenta en los lugares menos esperados mostrando que su amor supera cualquier barrera o condición, y un joven envuelto en el narcotráfico fue testigo de ello, ya que al tener su primer encuentro con la fe, hubo un cambio total de corazón, mente y espíritu.
Daniel Melo, un joven antes envuelto en el tráfico de drogas y la adicción, tuvo su vida cambiada por completo a través de un evangelismo en las calles de Río de Janeiro en septiembre de 2024.
El cantante y evangelista Nathan Silva, conocido por la iniciativa “¿2 reales o un canto para tu corazón?”, lo abordó en público y le propuso elegir entre dinero o un momento de alabanza.
Daniel escogió recibir el canto o alabanza y, al escuchar la canción “Tú eres” del grupo Fhop Music, se vio profundamente tocado por Dios. “Soltó la bebida al suelo y aceptó a Jesús. Dios todavía libera y salva”, compartió Nathan sobre el momento de conversión.
Luego, Daniel fue invitado a un culto con Nathan, donde se arrepintió sinceramente de sus pecados e inició una vida nueva, guiada por Cristo. En redes sociales, agradeció: “Tú me ayudaste a salir de ese mundo de ilusión, fuiste una de las personas que Dios puso en mi vida para abrir mis ojos. Nunca te olvidaré, hermano”.
El avance espiritual de Daniel continuó con su bautismo en aguas en la iglesia Asamblea de la Victoria, en Magé. “Las aguas se llevaron al viejo yo”, celebró en sus redes. Su testimonio fue contundente: “Muchos decían que no iba a pasar de los 18 años. El diablo intentó acabar conmigo, me lanzó al mundo del tráfico, las drogas, la bebida y la prostitución. Casi muero muchas veces, pero Dios fue misericordioso y me dio otra oportunidad”, relató el joven.
Daniel fue liberado del vicio y descubrió su propósito en Dios: “Jesús llenó un vacío que nada ni nadie llenaba. Dios entró a mi vida y cambió toda mi historia. Confieso que no es fácil, el proceso te hiere, pero el propósito también te cura”.
Destacó además el papel fundamental de su madre en su proceso de conversión, agradeciéndole en redes: “Hoy estoy vivo gracias a las oraciones de mi madre, Dios escuchó. Gracias por nunca rendirte, te amo mamá”.
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Actualmente, Daniel congrega y sirve en el área de medios de su iglesia local. En sus redes anima a otros a buscar al Señor: “Dios te ama, su regreso está cerca. No pierdas tiempo, porque después puede ser demasiado tarde”.
Dios transforma vidas hasta en los escenarios más difíciles, liberando del pecado y restaurando el corazón herido. Su gracia trae propósito, esperanza y una nueva historia para quienes se rinden a Cristo.
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