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Un video conmovedor mostró a Thiago Tartari de Almeida animando a su hija Hanna a declarar las verdades bíblicas para enfrentar los desafíos de la vida.
“En todas las cosas, soy más que vencedora”, repite la niña mientras su padre la guía a levantar los brazos y afirmar: “Nada puede impedirme ser vencedora en Cristo Jesús”. Thiago enfatiza que en Jesús se trasciende todo; Él es supremo sobre cualquier dificultad.
La madre, Juliana Tartari, compartió el momento en Instagram, resaltando la importancia de “entrenar a un hijo para la vida con la Palabra de Dios”. Agradecida por la dedicación de su esposo, comentó: “Mi familia es una bendición y mis hijos pertenecen a Jesús”.
El video motivó a otras madres a reflexionar sobre la relevancia de afirmar la identidad de los niños en Cristo y de enseñarles desde pequeños los principios bíblicos. Muchos señalaron que la Palabra protege a los hijos de heridas provocadas por el bullying y palabras negativas.
Sobre ese tema, la cantante cristiana CeCe Winans también subrayó el papel crucial de los padres al presentar a sus hijos a Jesús y dedicar tiempo a enseñarles la Biblia. Citó Deuteronomio 6:6-7 y confesó que, si pudiera regresar en el tiempo, invitaría más al Espíritu Santo a guiar cada instante de la crianza.
Winans animó a los padres de hoy a educar con la Palabra y a orar por sus hijos, conscientes de que cada enseñanza se convierte en herencia espiritual y arma de protección ante los retos del mundo contemporáneo.
El pastor Josué Gonçalves advirtió sobre el “hambre de presencia” en los hijos, llamando a los padres a ser emocionalmente presentes, disciplinar con amor y liderar espiritualmente en casa.
“La omisión de hoy puede ser la tragedia de mañana. Si no educas, el mundo va a discipular sin misericordia”, alertó.
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Gonçalves añadió que la infancia está bajo ataque desde las pantallas, y los padres no deben dormir espiritualmente mientras el enemigo siembra semillas. Recomienda educar con firmeza y vigilar con amor para que los hijos sean protegidos en cuerpo y alma.
El pastor concluyó: “Quien lleva el cielo dentro de casa no deja marcas del infierno donde pasa. Padres y responsables, lleven el cielo a su hogar”.
Enseñar, discipular y orar por los hijos prepara sus corazones para la vida y los equipa para ser vencedores en Cristo, llevando luz y fe allí donde vayan.
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