Que bueno es saber que a pesar de los golpes que nos puede dar la vida, tenemos y contamos con el poder de Dios en nuestras vidas. Los hijos de Dios nunca estamos solos ante ninguna circunstancia, Dios está presente siempre, el Señor va delante de ti peleando tus batallas y llenándote de su poder para que obtengas la victoria en esa situación que estás atravesando. En (2 Corintios 12:9-10) Dios te dice que te bastes en su gracia porque su poder se perfecciona en tu debilidad, es hermoso saber que en medio de eso que vives, tus problemas, tu debilidad, Dios está allí perfeccionando su poder en tu vida. Dios nos reviste de su poder (Lucas 24:49) Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto. Contamos con un Dios todo poderoso, para Dios no hay nada imposible él puede hacer lo que sea, confía en él y Dios obrará en tu vida.
Y CUANDO hubo venido el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente fué hecho desde el cielo un estruendo, como de un viento fuerte que venía con ímpetu; y llenó toda la casa donde estaban sentados.
Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, posándose sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu les daba facultad de expresarse.
Y habiendo ellos orado, fué sacudido el lugar donde estaban congregados; y fueron todos llenos del Espíritu Santo; y hablaron la palabra de Dios con denuedo.
mas recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y seréis mis testigos, así en Jerusalem como en toda la Judea y Samaria, y hasta los últimos confines de la tierra.
¶¡Varones de Israel, escuchad estas palabras! Jesús Nazareno, varón acreditado para vosotros, de parte del mismo Dios, por obras poderosas, y maravillas, y señales que hizo Dios por él en medio de vosotros (como vosotros mismos lo sabéis), a éste, entregado por determinado consejo y presciencia de Dios, vosotros, por mano de hombres inicuos, le matasteis, crucificándole: a quien Dios resucitó, habiendo suelto los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que fuese él sujetado por ella.
Mas el Consolador, es decir, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo cuanto os he dicho.
Y al comenzar yo a hablar, cayó sobre ellos el Espíritu Santo, así como sobre nosotros al principio.
Porque David dice respecto de él:Yo miraba al Señor puesto siempre delante de mí; porque a mi diestra está, para que yo no resbale. Por tanto regocijóse mi corazón, y alegróse mi lengua,y aun también mi carne plantará su tienda con esperanza; porque no dejarás mi alma entre los muertos,ni permitirás que tu Santo veacorrupción. Me hiciste conocer las sendas dela vida; llenarásme de gozo en tu presencia.
Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!
¶Y habiendo ellos oído estas cosas, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y los otros apóstoles: ¡Varones hermanos! ¿qué haremos? Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo! Pues para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos de él, a cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
hasta que sea derramado sobre nosotros el Espíritu desde lo alto, y el desierto se convierta en campo fructífero, y el campo fructífero sea reputado como selva.
Siendo pues por la diestra de Dios ensalzado, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, él ha derramado esto que veis y oís.
Y de repente fué hecho desde el cielo un estruendo, como de un viento fuerte que venía con ímpetu; y llenó toda la casa donde estaban sentados.
Y estando reunido con ellos, les mandó que no partiesen de Jerusalem, sino que esperasen allí la promesa del Padre, la cual (así decía), habéis oído de mí. Porque Juan en verdad bautizó con agua; mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo, de aquí a muy pocos días.
¶De igual manera el Espíritu también ayuda nuestra flaqueza: porque no sabemos orar como se debe; pero el Espíritu mismo hace intercesión por nosotros, con gemidos que no pueden explicarse con palabras.
Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu les daba facultad de expresarse.
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por medio del Espíritu Santo, que nos ha sido dado.
Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, posándose sobre cada uno de ellos.
Y he aquí que yo envío sobre vosotros la promesa de mi Padre; mas quedaos en la ciudad de Jerusalem hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto.
y yo rogaré al Padre, el cual os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir; porque no le ve, ni le conoce: vosotros empero le conocéis; porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Porque Juan en verdad bautizó con agua; mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo, de aquí a muy pocos días.
Aquellos pues que recibieron su palabra fueron bautizados; y se agregaron a los discípulos en aquel mismo día como tres mil almas.
Y nosotros somos testigos de estas cosas; y también lo es el Espíritu Santo, a quien Dios ha dado a los que le obedecen.
Vosotros empero no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es así que el Espíritu de Dios habita en vosotros: mas si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él. Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto a causa del pecado, mas el espíritu es vida a causa de justicia. Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales, por medio de su Espíritu que habita en vosotros.
¶Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.
Y sucederá que, en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne: y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.
Y también sobre mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días, derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
Y mostraré maravillas en el cielo arriba, y señales sobre la tierra abajo; sangre, y fuego, y vapor de humo: el sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, ese día grande e ilustre. Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Y acontecerá después de esto, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas: vuestros ancianos soñarán sueños; vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y las siervas, en aquellos días, derramaré mi Espíritu.
porque derramaré aguas sobre la tierra sedienta, y corrientes sobre el sequedal: derramaré mi Espíritu sobre tu linaje, y mi bendición sobre tu descendencia;
¶Y tuvo toda persona temor, y muchas maravillas y señales fueron hechas por medio de los apóstoles.
¶¡Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados! para que así vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor; y para que él envíe a aquel Mesías, que antes ha sido designado para vosotros, es decir, Jesús;
¶Mientras Pedro estaba aún hablando estas cosas, cayó el Espíritu Santo sobre todos; los que oían la palabra. Y los creyentes que eran de la circuncisión, cuantos habían venido con Pedro, quedaron admirados de que sobre los gentiles también fuese derramado el don del Espíritu Santo: pues que los oían hablar en lenguas extrañas, y engrandecer a Dios. Entonces respondió Pedro:
Y al comenzar yo a hablar, cayó sobre ellos el Espíritu Santo, así como sobre nosotros al principio. Acordéme entonces de las palabras del Señor, como había dicho: Juan en verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
Y MIENTRAS Apolos estaba en Corinto, sucedió que Pablo, habiendo pasado por las regiones altas, llegó a Efeso; y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibísteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y le respondieron: Al contrario, ni siquiera hemos oído, que hay Espíritu Santo. Y él dijo: ¿En qué pues fuísteis bautizados? Y dijeron: En el bautismo de Juan. Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que había de venir después de él, es decir, en Jesús. Y cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas extrañas, y profetizaban.
¶De igual manera el Espíritu también ayuda nuestra flaqueza: porque no sabemos orar como se debe; pero el Espíritu mismo hace intercesión por nosotros, con gemidos que no pueden explicarse con palabras. Mas el que escudriña los corazones sabe cual sea la mente del Espíritu; pues él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Pero nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios; para que conozcamos las cosas que nos han sido dadas gratuitamente por Dios.
Y por cuanto sois hijos, ha enviado Dios el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, clamando: ¡Abba, Padre!
en quien vosotros también obtuvisteis herencia, después que oísteis la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación; en quien también, habiendo creído, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa; el cual es las arras de nuestra herencia, hasta la redención de la posesión adquirida, para loor de su gloria.
porque por medio de él ambos a dos tenemos libre la entrada, en virtud de un mismo Espíritu, al Padre.
rogando que os conceda, según la riqueza de su gloria, que seáis fortalecidos con poder, por medio de su Espíritu, en el hombre interior;
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con en cual sois sellados para el día de la redención.
Porque yo sé que esto resultará en provecho de mi salvación, por medio de vuestra súplica, y la suministración del Espíritu de Jesucristo;
a quienes Dios ha deseado dar a conocer cuál sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, el cual es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE LA GLORIA:
Por tanto, el que rechaza mis palabras, no rechaza al hombre, sino a Dios, que os da su Espíritu Santo.
atestiguando juntamente con ellos Dios, por medio de señales y maravillas, y diversos géneros de milagros, y dones del Espíritu Santo, conforme a su propia voluntad.
De lo cual el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después de haber dicho: Éste es el pacto que haré con ellos, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón, y también en su mente las escribiré; luego añade: Y de sus pecados y sus iniquidades no me acordaré más.
Y el que guarda sus mandamientos habita en Dios, y Dios en él. Y en esto conocemos que él habita en nosotros, por el Espíritu que él nos ha dado.
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:
pues que los oían hablar en lenguas extrañas, y engrandecer a Dios. Entonces respondió Pedro:
El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios;
A cada uno empero le es dada la manifestación del Espíritu para el provecho de todos.
Y el que nos confirma juntamente con vosotros en Cristo, y nos ha ungido, es Dios; el cual nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
Y el que nos ha hecho para esto mismo, es Dios, el cual nos ha dado las arras del Espíritu.
para que sobre las naciones viniese la bendición de Abraham, en Jesucristo; para que así recibiésemos nosotros la promesa del Espíritu por medio de la fe.
en quien vosotros también sois edificados juntamente, para ser morada de Dios, en virtud del Espíritu.
¶¡Y al que es poderoso para hacer infinitamente más de todo cuanto podemos pedir, ni aun pensar, según el poder que obra en nosotros,
SI hay pues alguna exhortación en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algunas entrañas de piedad,
Y reine en vuestros corazones la paz de Cristo, a la cual también sois llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
En esto conocemos que moramos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
Y habiendo dicho estas cosas, viéndole ellos, se fué elevando; y le recibió una nube, ocultándole de su vista. Y estando ellos mirando fijamente al cielo, mientras que él se alejaba, he aquí que dos varones con vestiduras blancas se habían puesto junto a ellos; los cuales también les decían: Varones galileos, ¿por qué os quedáis mirando así al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá del mismo modo que le habéis visto ir al cielo.
Todos éstos continuaban unánimes en la oración, con las mujeres, y con María madre de Jesús, y con los hermanos de él.
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía a la Iglesia los salvados, de día en día.
Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo, eso te doy: ¡En el nombre de Jesucristo el Nazareno, levántate y anda! Y trabándole de la diestra, le levantó: y al instante fueron robustecidos sus pies y tobillos; y saltando, se puso en pie, y echó a andar; y entró juntamente con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Y por medio de la fe en su nombre, a éste, a quien vosotros veis y conocéis, su nombre le ha fortalecido; y la fe que es por medio de él le ha dado esta perfecta sanidad en presencia de todos vosotros.
¶Oyendo entonces los apóstoles que estaban en Jerusalem, que los de Samaria habían recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan; los cuales habiendo descendido allá, oraron por ellos, a fin de que recibiesen el Espíritu Santo: porque hasta entonces no había caído sobre ninguno de ellos: tan solo habían sido bautizados al nombre del Señor Jesús. En seguida les impusieron las manos; y recibieron el Espíritu Santo.
Y los creyentes que eran de la circuncisión, cuantos habían venido con Pedro, quedaron admirados de que sobre los gentiles también fuese derramado el don del Espíritu Santo:
¿Puede alguno vedar el uso de agua, para que éstos no sean bautizados, los cuales han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?
les dijo: ¿Recibísteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y le respondieron: Al contrario, ni siquiera hemos oído, que hay Espíritu Santo.
y descansará sobre él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de conocimiento y del temor de Jehová.
Y en cuanto a mí, éste será mi pacto con ellos, dice Jehová: ¡Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice Jehová, desde ahora en adelante y para siempre!
He aquí mi Siervo, a quien he escogido, mi Amado, en quien se complace mi alma: podré mi Espíritu sobre él, y manifestará juicio a las naciones.
Id, pues, y haced discípulos entre todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí que estoy yo con vosotros siempre, hasta la consumación delsiglo.
Y estas señales acompañarán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas; alzarán serpientes; y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
¶Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de adentro de él fluirán ríos de agua viva. Esto empero lo dijo respecto del Espíritu, que los que creían en él habían de recibir; pues el Espíritu Santo no había sido dado todavía, por cuanto Jesús no había sido aún glorificado.
Mas cuando viniere aquél, el Espíritu de verdad, él os guiará al conocimiento de toda la verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que todo cuanto oyere hablará; y os anunciará las cosas venideras.
Y continuaban perseverando todos en la enseñanza de los apóstoles, y en la comunión unos con otros, en el partir el pan, y en las oraciones.
¶¡Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados! para que así vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor;
los cuales habiendo descendido allá, oraron por ellos, a fin de que recibiesen el Espíritu Santo: porque hasta entonces no había caído sobre ninguno de ellos: tan solo habían sido bautizados al nombre del Señor Jesús. En seguida les impusieron las manos; y recibieron el Espíritu Santo.
Partió pues Ananías, y entró en la casa; y poniendo las manos sobre él, dijo: Saulo, hermano, el Señor, es decir, Jesús, que te apareció en el camino por donde viniste, me ha enviado a ti, para que recibas la vista, y seas lleno del Espíritu Santo.
relativo a Jesús de Nazaret; cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo bienes por todas partes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.
Porque Bernabé era hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe: y mucha gente fué agregada al Señor.
confirmando las almas de los discípulos, y exhortándolos a que permaneciesen firmes en la fe, y enseñándoles que es necesario que por medio de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
Y Dios, que conoce el corazón, les dió testimonio, dándoles a ellos el Espíritu Santo del mismo modo que a nosotros;
y llegando frente a Misia, procuraron entrar en Bitinia; y no se lo permitió el Espíritu de Jesús.
salvo que el Espíritu Santo me testifica en cada ciudad, diciendo que prisiones y aflicciones me esperan.
Porque no recibisteis espíritu de servidumbre otra vez, para estar con temor; mas recibisteis espíritu de adopción, en virtud del cual nosotros clamamos: Abba, Padre.
Mas el que escudriña los corazones sabe cual sea la mente del Espíritu; pues él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
Pero a nosotros nos las ha revelado Dios por medio de su Espíritu; porque el Espíritu escudriña todas las cosas, y aun las cosas profundas de Dios. ¿Pues quién de los hombres conoce las cosas de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? así también las cosas de Dios nadie las conoce, sino el Espíritu de Dios. Pero nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios; para que conozcamos las cosas que nos han sido dadas gratuitamente por Dios.
SEGUID pues el amor; mas desead ardientemente los dones espirituales, pero particularmente para que profeticéis.
porque en él reside toda la plenitud de la Deidad corporalmente; y vosotros estáis completos en él, el cual es la cabeza de todo principado y potestad:
Es preciso avanzar; porque es imposible que los que una vez fueron iluminados, y gustaron del don celestial, y fueron hechos participantes del Espíritu Santo,
Nadie vió jamás a Dios; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios mora en nosotros, y su amor es consumado en nosotros. En esto conocemos que moramos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
EL Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar a los cautivos libertad, y a los aprisionados abertura de la cárcel;
Ellos empero se rebelaron, y contristaron su Espíritu Santo; por lo cual se convirtió en enemigo suyo, y él mismo peleó contra ellos.
Juan respondió a todos, diciendo: Yo en verdad os bautizo con agua; viene empero aquel que es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego:
Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento; mas el que viene después de mí, más poderoso es que yo, cuyos zapatos no soy digno de llevarle: él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Porque éstos no están ebrios, como vosotros pensáis, puesto que es tan solo la hora tercia del día; sino que es esto lo que fué dicho por medio del profeta Joel: Y sucederá que, en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne: y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños. Y también sobre mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días, derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y mostraré maravillas en el cielo arriba, y señales sobre la tierra abajo; sangre, y fuego, y vapor de humo: el sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, ese día grande e ilustre. Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Y con gran poder dieron testimonio los apóstoles de la resurrección del Señor Jesús; y mucha gracia estaba sobre todos ellos.
Empero él, estando lleno del Espíritu Santo, miraba fijamente en el cielo, y vió la gloria de Dios, y a Jesús, puesto en pie, a la diestra de Dios;
Mas como viese Simón, que por la imposición de las manos de los apóstoles, se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.
OS ruego pues, hermanos, por las compasiones de Dios, que le presentéis vuestros cuerpos, como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios; culto racional vuestro. Y no os conforméis con este siglo, sino antes transformaos, por la renovación de vuestra mente; para que hagáis experiencia de cuál sea la buena, la acepta y la perfecta voluntad de Dios.
¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios? Y no sois dueños de vosotros mismos; porque fuisteis comprados a gran precio; glorificad pues a Dios con vuestro cuerpo [y con vuestro espíritu que son de Dios].
el cual nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
¶Digo pues: Andad según el Espíritu, y no cumpliréis los deseos de la carne. Porque la carne codicia contra el espíritu, y el espíritu contra la carne; pues que éstos son contrarios entre sí; de modo que no podéis hacer las cosas que quisiereis.
Y ES la fe la seguridad que se tiene de cosas esperadas, la prueba que hay de cosas que aun no se ven.
Mas, como a la media noche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos los escuchaban; cuando de repente sucedió un gran terremoto, tal, que sacudiéronse los cimientos de la cárcel; y al instante se abrieron todas las puertas de la cárcel, y se les soltaron a todos las prisiones.
NO hay pues ahora condenación alguna para los que están en Cristo Jesús. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
Por tanto si alguno está en Cristo, es una nueva criatura: las cosas viejas pasaron ya, he aquí que todo se ha hecho nuevo.
HIJO mío, ¡oh si tú recibieras mis palabras, y atesoraras mis mandamientos dentro de ti; de modo que hagas atento a la sabiduría tu oído, e inclines tu corazón hacia la inteligencia! Porque si clamares tras el entendimiento, y a la inteligencia levantares buscares tu voz; si la como a plata, y cavares por ella cómo por tesoros escondidos; entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios.
Jehová tiene su complacencia en los que le temen, en los que esperan en su misericordia.
He aquí que Dios es mi salvación; confiaré y no tendré temor; porque mi fortaleza y mi canción es Yah Jehová; el cual también se ha hecho mi salvación.
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todo tu entendimiento. Este es el primero y el grande mandamiento.
El Espíritu del Señor está sobre mí; por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y a los ciegos recobro de la vista; para poner en libertad a los oprimidos;
Y Juan dió testimonio, diciendo: Yo he visto al Espíritu que descendió como paloma desde el cielo; y permaneció sobre él. Y no le conocía: mas el que me envió a bautizar con agua, el mismo me dijo: Aquel sobre quien vieres al Espíritu descender y permanecer sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, por medio de la fe, para que abundéis en esperanza, en virtud del poder del Espíritu Santo.
Es preciso avanzar; porque es imposible que los que una vez fueron iluminados, y gustaron del don celestial, y fueron hechos participantes del Espíritu Santo, y gustaron la buena palabra de Dios, y los poderes del siglo venidero, y después han caído en la apostasía, — imposible es renovarlos otra vez para arrepentimiento; habiendo ellos crucificado de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y habiéndole expuesto a la ignominia pública.
así como su divino poder nos ha dado todas las cosas pertenecientes a la vida y la piedad, por medio del conocimiento de aquel que nos ha llamado por su propia gloria y poder; a causa de las cuales cosas también nos han sido dadas sus preciosas y grandísimas promesas; para que por medio de éstas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo a causa de la concupiscencia;
¶Y vosotros tenéis una unción que del Santo procede, y sabéis todas las cosas. No os he escrito porque estéis ignorantes de la verdad, sino porque la sabéis, y porque ninguna mentira es de la verdad.
Una sola cosa he pedido a Jehová, y ésta buscaré; que more yo en la Casa de Jehová todos los días de mi vida, para mirar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su Templo.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas extrañas, y profetizaban.
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