El sacrificio de los inicuos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su deleite.
Y en aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dará.
Entonces claman a Jehová en su angustia, y él los saca de sus aprietos. Reduce la tempestad a silencio; y sus ondas están calladas. Entonces se alegran porque están en sosiego; y así los conduce al puerto deseado.
También Jehová hizo tornar el cautiverio de Job, después que hubo orado por sus amigos; y Jehová dió a Job el doble de lo que había tenido antes.
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos; bendecid a los que os maldicen; haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os injurian y os persiguen:
Vuelve, y di a Ezequías, caudillo de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: He oído tu oración, he visto tus lágrimas; he aquí que te voy a sanar: al tercer día subirás a la Casa de Jehová.
Viéndomeen grande estrecho, seguí clamando a Jehová, sí, seguí clamando a mi Dios; y él oyó desde su templo mi voz, y mi clamor penetró en sus oídos.
Y él, mirándole fijamente, y estando sobrecogido de temor, le dijo: ¿Qué es, Señor? Y él le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial delante de Dios.
¶Pedro pues estaba guardado en la cárcel: mas fué hecha oración continua a Dios de parte de la iglesia por él.
¡Sea puesta mi oración delante de ti como el incienso! ¡la elevación de mis manos te sea acepta como la ofrenda de la tarde!
Entonces llamarás, y Jehová te responderá; clamarás por auxilio, y él dirá: ¡Heme aquí! con tal que apartares de en medio de ti el yugo, el extender con irrisión el dedo, y el hablar vanidad.
Si moráis en mí y mis palabras moran en vosotros, pediréis cuanto quisiereis, y os será hecho.
cooperando también vosotros, con vuestra súplica, a favor nuestro; para que de parte de muchas personas sean dadas gracias por este beneficio, concedido a nosotros a instancias de muchos.
Y oyó Jehová la voz de Elías, y volvió el alma del niño a entrar en él; y él resucitó.
YO amo a Jehová, porque ha escuchado mi voz y mis ruegos. Por cuanto ha inclinado hacia mí su oído, por tanto en todos mis días le invocaré.
Porque donde dos o tres se hallan reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
¶¿Hay entre vosotros alguno que padezca? haga oración. ¿Hay quién esté contento? cante alabanzas.
¡OH Jehová, a ti estoy clamando! ¡apresúrate hacia mí! ¡escucha mi voz cuando clamo a ti!
Anda, y di a Ezequías: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: He oído tu oración, he visto tus lágrimas; he aquí que añadiré a tus días quince años;
Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, por medio de la fe, para que abundéis en esperanza, en virtud del poder del Espíritu Santo.
Vosotros no me elegisteis a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he designado a fin de que vayáis y llevéis mucho fruto, y permanezca vuestro fruto; para que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Y él les dijo: A causa de vuestra poca fe; pues en verdad os digo, que si tuvieseis fe como un grano de mostaza, pudierais decir a esta montaña: Pásate de aquí allá, y se pasaría; y nada os sería imposible.
No hables temerariamente con tu boca, y no se apresure tu corazón a proferir cualquiera cosa delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto sean pocas tus palabras.
y si sabemos que nos oye en todo cuanto le pedimos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos pedido.
Y en cuanto a mí, nunca permita Dios que yo peque contra Jehová en cesar de rogar por vosotros; antes bien yo os dirigiré por el camino bueno y recto:
Por medio de él, pues, presentemos a Dios de continuo, sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre.
¡no temas, porque contigo estoy yo! ¡no desmayes, porque yo soy tu Dios! ¡te fortaleceré, sí, te ayudaré, sí, te sustentaré con la diestra de mi justicia!
Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi petición delante de ti, y esperaré.
yo también los traeré a ellos a mi santo monte, y los haré gozosos en mi Casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre mi altar: porque mi Casa será llamada Casa de oración, por todos los pueblos.
Porque no recibisteis espíritu de servidumbre otra vez, para estar con temor; mas recibisteis espíritu de adopción, en virtud del cual nosotros clamamos: Abba, Padre.
Ora a Dios, y él le es propicio, de modo que vea aquél su rostro con júbilo: y así restaura al hombre su justicia.
¡OH Dios, Dios mío eres tú! ¡de madrugada te buscaré! ¡mi alma tiene sed de ti; mi carne suspira por ti, en tierra seca y sedienta, donde no hay aguas;
¶¡Y al que es poderoso para hacer infinitamente más de todo cuanto podemos pedir, ni aun pensar, según el poder que obra en nosotros,
Velad, pues, en todo tiempo, y orad, a fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.
Empero de día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.
Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.
Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para ayudarnos en tiempo oportuno.
En mi angustia seguí clamando a Jehová, si, seguí pidiendo auxilio a mi Dios: él oía desde su templo mi voz, y mi clamor llegaba delante de él, y entró en sus oídos.
Y sucederá que antes que clamaren, yo responderé, y estando ellos aún hablando, yo oiré.
Habrá vuelto el rostro para escuchar la oración de los desamparados: pues no ha despreciado su oración.
Y todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, eso haré yo, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pidiereis algo en mi nombre, yo lo haré.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus plegarias; pero el rostro del Señor está contra los que obran el mal.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu en verdad está pronto, mas la carne débil.
No os afanéis por cosa alguna, sino que, en todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios:
Y esta es la confianza que tenemos para con él, que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye; y si sabemos que nos oye en todo cuanto le pedimos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos pedido.
Clama a mí, que yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y encubiertas, que tú nunca conociste.
si entonces se humillare mi pueblo, que es llamado de mi nombre, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, yo también oiré desde el cielo, y perdonaré su pecado, y sanaré su tierra.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y habiendo cerrado tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.
Por tanto a vosotros os digo: Todo cuanto pidiereis en la oración, creed que lo recibisteis ya; y lo tendréis.
Pero sin fe es imposible agradarle; porque es preciso que el que viene a Dios, crea que existe, y que se ha constituído remunerador de los que le buscan.
Y habiendo ellos orado, fué sacudido el lugar donde estaban congregados; y fueron todos llenos del Espíritu Santo; y hablaron la palabra de Dios con denuedo.
Y yo os digo a vosotros: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
y cuanto pedimos, recibimos de él; porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables a su vista.
Y clamó Jabés al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh si me colmares de bendiciones, y ensanchares mi término, y que tu mano esté conmigo, y que me guardes del mal, para que no me cause dolor! Y le otorgó Dios lo que le había pedido.
¶Y sucedió en aquellos días que fué a la montaña a orar; y pasó toda la noche en oración a Dios.
¶Mas os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo, en vuestras oraciones a Dios, en mi favor;
¡Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos! ¡derramad delante de él vuestro corazón! ¡Dios es el refugio para nosotros! (Pausa.)
Con todo vuelve tu rostro a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Jehová, Dios mío, para escuchar el clamor y la oración que tu siervo hace delante de tu rostro hoy;
¶Empero si a cualquiera de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios, el cual da con largueza a todos, y no zahiere; y le será dada.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros convinieren sobre la tierra respecto de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Él clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; le libraré, y le glorificaré;
¶De igual manera el Espíritu también ayuda nuestra flaqueza: porque no sabemos orar como se debe; pero el Espíritu mismo hace intercesión por nosotros, con gemidos que no pueden explicarse con palabras.
EXHORTO pues, ante todo, que se hagan rogativas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
Mas, como a la media noche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos los escuchaban;
¶Entonces Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara alta hacia Jerusalem, tres veces al día se hincaba de rodillas, y oraba y hacía confesión delante de su Dios, como antes acostumbraba hacerlo.
¡OYE mi oración, oh Jehová! ¡escucha mis ruegos! ¡respóndeme en tu fidelidad, y en tu justicia!
Porque yo sé que esto resultará en provecho de mi salvación, por medio de vuestra súplica, y la suministración del Espíritu de Jesucristo;
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones rociados, para limpiarnos de una mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
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