Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alertas y perseveren en oración por todos los creyentes.
Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad».
Entonces me puse a orar y a dirigir mis súplicas al Señor mi Dios. Además de orar, ayuné y me vestí de luto y me senté sobre cenizas.
»Yo he buscado entre ellos a alguien que construya un muro y se ponga en la brecha delante de mí por mi tierra, para que yo no la destruya. ¡Y no lo he hallado!
Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.
En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra él dejando de orar por ustedes. Yo seguiré enseñándoles el camino bueno y recto.
Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos,Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.La mujer debe aprender con serenidad, con toda sumisión.No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime.Porque primero fue formado Adán, y Eva después.Además, no fue Adán el engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado.Pero la mujer se salvará siendo madre y si permanece con sensatez en la fe, el amor y la santidad.por los reyes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida devota y digna.Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador,
Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos,Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.La mujer debe aprender con serenidad, con toda sumisión.No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime.Porque primero fue formado Adán, y Eva después.Además, no fue Adán el engañado, sino la mujer; y ella, una vez engañada, incurrió en pecado.Pero la mujer se salvará siendo madre y si permanece con sensatez en la fe, el amor y la santidad.por los reyes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida devota y digna.
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones.
Por último, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre ustedes.
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas oraciones.
El pueblo se acercó entonces a Moisés y dijo: —Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti. Ruégale al Señor que nos quite esas serpientes. Moisés intercedió por el pueblo,
Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, él nos oye.Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente.
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes.pues sostienen la misma lucha que antes me vieron sostener y que ahora saben que sigo sosteniendo.En todas mis oraciones por todos ustedes siempre oro con alegría,porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora.
Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía.
Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.
Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras iniquidades.Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra.Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.Él conoce de qué hemos sido formados; recuerda que somos polvo.El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo:cuando el viento pasa desaparece sin dejar rastro alguno.Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos,con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos.Alaba, alma mía, al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios.
Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se unan conmigo en esta lucha y que oren a Dios por mí.Pídanle que me libre de caer en manos de los incrédulos que están en Judea, y que los hermanos de Jerusalén reciban bien la ayuda que les llevo.De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar entre ustedes por algún tiempo.
»Además les digo que, si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos.Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos e intercedió por los transgresores.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal».
no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.
¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió e incluso resucitó y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.
Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios».
y, al mismo tiempo, intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra la puerta para proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso.
Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil».
Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.
Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana,
Lo ha visto y le ha asombrado ver que no hay nadie que intervenga. Por eso su propio brazo vendrá a salvarlos; su propia justicia lo sostendrá.
Al partir para Macedonia, te encargué que permanecieras en Éfeso y ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas
Escucha, Señor, a mi oración; atiende a mi voz de súplica.En el día de mi angustia te invoco, porque tú me respondes.
Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos.
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores.
recibimos todo lo que pedimos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta». No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.
Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes,
Por eso oramos constantemente por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por su poder cumpla todo propósito de bien y toda obra que realicen por la fe.
Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.
Una sola cosa pido al Señor y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y buscar orientación en su Templo.
Que suba a tu presencia mi oración como una ofrenda de incienso, mis manos levantadas como el sacrificio de la tarde.
Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón.
Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable,para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra,y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia—, lleven a cabo su salvación con temor y temblor,pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.Háganlo todo sin quejas ni contiendas,para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el mundo,manteniendo en alto la palabra de vida. Así en el día de Cristo me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano.Y aunque mi vida fuera derramada sobre el sacrificio y servicio que proceden de su fe, me alegro y comparto con todos ustedes mi alegría.Así también ustedes, alégrense y compartan su alegría conmigo.Espero en el Señor Jesús enviarles pronto a Timoteo, para que también yo cobre ánimo al recibir noticias de ustedes.llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento.
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.No escondo tu justicia en mi corazón, sino que doy a conocer tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad.No me niegues, Señor, tu misericordia; que siempre me protejan tu amor y tu verdad.Muchos males me han rodeado; tantos son que no puedo contarlos. Me han alcanzado mis iniquidades y ya ni puedo ver. Son más que los cabellos de mi cabeza y mi corazón desfallece.Por favor, Señor, ¡ven a librarme! ¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!Que sean avergonzados y confundidos todos los que tratan de matarme. Que retrocedan humillados todos los que desean mi ruina.Que se llenen de pánico por su vergüenza los que se burlan de mí.Pero que todos los que te buscan se alegren en ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: «¡Sea el Señor exaltado!».Yo soy pobre y necesitado; quiera el Señor tomarme en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te demores, Dios mío!Me sacó de la fosa fatal, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme.Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor.
Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que lleguen a ser salvos.
los llevaré a mi monte santo; los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré los holocaustos y sacrificios que ofrezcan sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos».
Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacer algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.
Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por él y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que sí lleva a la muerte y en ese caso no digo que se ore por él.
Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.
Dios amenazó con destruirlos, pero no lo hizo por Moisés, su escogido, quien se puso ante él en la brecha e impidió que su ira los destruyera.
Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.«La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —dijo a sus discípulos—.Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo».
Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis meditaciones oh Señor, mi roca y mi redentor.
Dios, a quien sirvo de corazón predicando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que los recuerdo a ustedes sin cesar.
Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo,pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los creyentes
El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor no niega sus bondades a los que se conducen con integridad.
Llamarás y el Señor responderá; pedirás ayuda y él dirá: “¡Aquí estoy!”. »Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la lengua maliciosa,
Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.
Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos desanimamos.
»Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Yo amo al Señor porque él escucha mi voz de súplica. Yo creí, aunque dije: «Estoy muy afligido».En mi angustia llegué a decir: «Todos son unos mentirosos».¿Cómo puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha mostrado?¡Tan solo brindando con la copa de salvación e invocando el nombre del Señor!¡Tan solo cumpliendo mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo!Mucho valor tiene a los ojos del Señor la muerte de sus fieles.Yo, Señor, soy tu siervo; soy siervo tuyo, hijo de tu sierva; ¡tú has roto mis cadenas!Te ofreceré un sacrificio de gratitud e invocaré, Señor, tu nombre.Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo,en los atrios de la casa del Señor, en medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya!Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida.
Mi Señor y Dios me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.
Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia.Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
A ti clamo, Señor, ven pronto a mí. Escucha mi voz cuando a ti clamo.Que caigan los malvados en sus propias redes, mientras yo salgo bien librado.Que suba a tu presencia mi oración como una ofrenda de incienso, mis manos levantadas como el sacrificio de la tarde.
El ángel dijo: —No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan.
Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.
No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.
Estén siempre alegres,oren sin cesar,den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Señor, hazme conocer tus caminos; y enséñame tus sendas.Encamíname en tu verdad. Y enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvación. ¡En ti pongo mi esperanza todo el día!
El Espíritu del Señor y Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar libertad a los cautivos y la liberación de los prisioneros,
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad.Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben. No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos.Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.
De Sión se dirá, en efecto: «Este y aquel nacieron en ella. El Altísimo mismo la ha establecido».
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