Me hiciste conocer las sendas de la vida; me colmarás de gozo con la vista de tu divino rostro; en tu diestra se hallan delicias eternas.
Y les dijo Nehemías: Id, y comed carnes gordas y buenas, y bebed del vino dulce y exquisito, y enviad porciones a aquellos que nada tienen dispuesto; pues éste es el día santo del Señor; y no estéis tristes porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
Porque de su indignación procede el castigo; y de su buena voluntad pende la vida. Hasta la tarde durará el llanto, y al salir la aurora será la alegría.
El Dios de la esperanza nuestra os colme de toda suerte de gozo y de paz en vuestra creencia, para que crezca vuestra esperanza siempre más y más, por la virtud del Espíritu Santo.
Al contrario, los frutos del espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, o fidelidad, modestia, continencia, castidad. Para los que viven de esta suerte no hay ley que sea contra ellos.
Esas cosas os he dicho, a fin de que observándolas fielmente os gocéis con el gozo mío, y vuestro gozo sea completo.
Alegraos con la esperanza del premio; sed pacientes en la tribulación; en la oración continuos;
Alegraos, ¡oh justos!, y regocijaos en el Señor, y gloriaos en él vosotros todos los de recto corazón.
Orad sin intermisión. Dad gracias por todo al Señor; porque esto es lo que quiere Dios que hagáis todos en nombre de Jesucristo. No apaguéis el Espíritu de Dios.
servid al Señor con alegría. Venid llenos de alborozo a presentaros ante su acatamiento.
Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre: Pedidle, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.
alcanzando por premio de vuestra fe la salud de vuestras almas. De la cual salud tanto inquirieron e indagaron los profetas, los cuales pronunciaron la gracia que había de haber en vosotros,
El ánimo alegre mantiene la edad florida; deseca los huesos la tristeza de espíritu.
Que no consiste el reino de Dios en comer, ni en beber esto o aquello, sino en la justicia, en la paz y en el gozo del Espíritu Santo.
Haga cada cual la oferta conforme lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana, o como por fuerza; porque Dios ama al que da con alegría.
Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas.
Porque la higuera no florecerá, ni las viñas brotarán; faltará el fruto de la oliva; los campos no darán alimento. Arrebatadas serán del aprisco las ovejas, y quedarán sin ganados los pesebres. Yo me regocijaré en el Señor, y saltaré de gozo en Dios.
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce, o ejercita, la paciencia, y que la paciencia perfecciona la obra; para que así vengáis a ser perfectos y cabales, sin faltar en cosa alguna.
A proporción de los muchos dolores que atormentaron mi corazón, tus consuelos llenaron de alegría mi alma.
por el cual así mismo, en virtud de la fe, tenemos cabida en esta gracia, en la cual permanecemos firmes, y nos gloriamos esperando la gloria de los hijos de Dios. Y no nos gloriamos solamente en esto, sino también en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación ejercita la paciencia,
Por tanto saldréis con gozo de la esclavitud, y haréis en paz vuestro viaje a Jerusalén ; los montes y los collados resonarán a vuestra vista en cánticos de alabanza, y los árboles todos del país os aplaudirán meciendo sus ramas.
Regocijaos, ¡oh justos!, en el Señor; a los rectos de corazón es a quienes les está bien alabarle.
El Señor es el que me auxilia y protege; en él esperó mi corazón, y fui socorrido. Y resucitó mi carne; y así le alabaré con todo mi afecto.
La paz os dejo, la paz mía os doy; no os la doy yo, como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón, ni se acobarde.
Asistiendo asimismo cada día largos ratos al templo, unidos con un mismo espíritu, y partiendo el pan por las casas de los fieles, tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y haciéndose amar de todo el pueblo. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que abrazaban el mismo género de vida para salvarse.
¡Oh cielos!, entonad himnos; y tú ¡oh tierra!, regocíjate; resonad vosotros, ¡oh montes!, en alabanzas, porque el Señor ha consolado a su pueblo, y se apiadará de sus pobres.
Al contrario, alégranse todos aquellos que ponen en ti su esperanza: Se regocijarán eternamente, y tú morarás en ellos. Y en ti se glorificarán todos los que aman tu santo Nombre,
hablando entre vosotros y entreteniéndoos con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y loando al Señor en vuestros corazones, dando siempre gracias por todo a Dios Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
He adquirido los testimonios de tu ley, para que sean eternamente mi patrimonio; pues son ellos la alegría de mi corazón.
Rodeado está por todas partes de gloria y de grandeza. La fortaleza y el gozo están donde él se muestre.
Dichoso el pueblo que sabe alegrarse en ti. ¡Oh Señor!, a la luz de tu rostro caminarán tus hijos, y todo el día se regocijarán en tu Nombre, y mediante tu justicia serán ensalzados.
Porque tú harás que él sea bendición eterna; lo colmarás de gozo con sólo mostrarle tu rostro.
La expectación de los justos parará en contento; pero la esperanza de los impíos parará en humo.
Con todo eso, no tanto habéis de gozaros, porque se os rinden los espíritus, cuanto porque vuestros nombres están escritos en los cielos.
¿Por qué estás triste, oh alma mía?; y ¿por qué me tienes en esta agitación? Espera en Dios; porque aún cantaré sus alabanzas, como que es el salvador que tengo siempre delante de mí,
a fin de que de esta manera pueda ir con alegría veros, si es la voluntad de Dios, y descansar, y recrearme con vosotros.
Pues aun cuando yo haya de derramar mi sangre a manera de libación sobre el sacrificio, y víctima de vuestra fe, me gozo, y me congratulo con todos vosotros. Y de eso mismo habéis vosotros de holgaros y darme a mí el parabien.
Feliz llamaron al pueblo que goza de estas cosas. Mas yo digo: Feliz aquel pueblo que tiene al Señor por su Dios.
alegraos aquel día, y saltad de gozo; porque os está reservada en el cielo una gran recompensa; tal era el trato que daban sus padres a los profetas.
para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya.
Yo hallé tu divina palabra, y me alimenté con ella; y en tu palabra hallé el gozo mío y la alegría de mi corazón; porque yo llevo el nombre de profeta tuyo, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!
Lleno está de engaño el corazón de los que maquinan el mal; pero los que se ocupan en designios de paz, se bañarán en gozo.
Entonces rebosará de gozo nuestra boca, y de júbilo nuestra lengua. Se dirá entonces entre las naciones: Grandiosas cosas ha hecho por ellos el Señor.
Alégrense los cielos, y salte de gozo la tierra; y publíquese entre las naciones: El Señor Dios es el rey.
Que se alegren los cielos, y salte de gozo la tierra, conmuévase el mar, y cuanto contiene. Muestren su júbilo los campos, y todas las cosas que hay en ellos. Los árboles todos de las selvas manifiesten su alborozo
Que se regocijen en ti y salten de gozo todos los que te siguen; y aquellos que aman a tu salvador , digan siempre: Glorificado sea el Señor.
Está en medio de ti el Señor, el Dios tuyo, el fuerte; él te salvará; en ti hallará él su gozo y su alegría, será constante en amarte, se regocijará, y celebrará tus alabanzas.
Mas ahora vengo a ti; y digo esto estando todavía en el mundo, a fin de que ellos tengan en sí mismos el gozo que tengo yo.
El hombre pecador e inicuo caerá en su mismo lazo; y el justo cantará himnos y se regocijará.
Cantad himnos a Dios; entonad salmos a su Nombre; allanad el camino al que sube sobre el occidente. El Señor o Yahvé es el nombre suyo. Saltad de gozo en su presencia. Se turbarán los impíos delante de él,
sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría.
En fin, hermanos míos, vosotros alegraos en el Señor. A mí no me es molesto escribiros las mismas cosas, y para vosotros es necesario.
Porque me has recreado, oh Señor, con tus obras, y al contemplar las obras de tus manos salto de placer.
En él hallará nuestro corazón su alegría, y en su santo Nombre tenemos puesta la esperanza.
Saltó de gozo en el Señor, mi corazón, y mi Dios me ha ensalzado; ya puedo responder a boca llena a mis enemigos, pues toda la causa de mi alegría es, ¡oh Señor!,la salud que he recibido de ti.
y diréis aquel día: Dad gracias al Señor, e invocad su Nombre; anunciad a las gentes sus designios; acordaos que es excelso su Nombre.
Cantad al Señor, y bendecid su Nombre; anunciad todos los días la salvación que de él viene. Predicad entre las naciones su gloria y sus maravillas en todos los pueblos;
Por tanto, hermanos míos carísimos y amabilísimos, que sois mi gozo y mi corona, perseverad así firmes en el Señor, queridos míos.
Mi alma suspira y padece desfallecimientos, ansiando estar en los atrios del Señor. Se transportan de gozo mi corazón y mi cuerpo, contemplando al Dios vivo.
Y vosotros, ¡oh hijos de Sión!, gozaos y alegraos en el Señor Dios vuestro, porque os ha dado que nazca de vosotros el maestro de la justicia o santidad, y os enviará las lluvias de otoño y de primavera como antiguamente.
El corazón contento hace rebosar la alegría en el semblante; con la tristeza del ánimo se abate el espíritu.
Y me acercaré al altar de Dios, al Dios que llena de alegría mi juventud. Cantaré tus alabanzas con la cítara, ¡oh Dios, oh Dios mío!
Y conduciéndolos a su habitación, les sirvió la cena, regocijándose con toda su familia de haber creído en Dios.
Grande es la confianza que de vosotros tengo, muchos los motivos de gloriarme en vosotros; y así estoy inundado de consuelo, reboso de gozo en medio de todas mis tribulaciones.
Porque su pesado yugo y la vara que hería sus espaldas, y el bastón de su tirano, tú los hiciste pedazos, como en la jornada de Madián.
Quede mi alma bien llena de ti, como de un manjar jugoso; y entonces con labios que rebosen de júbilo, te cantará mi boca himnos de alabanza. Me acordaba de ti en mi lecho; en ti meditaba luego que amanecía; pues tú eres mi amparo, y a la sombra de tus alas me regocijaré.
Al modo que mi Padre me amó, así os he amado yo. Perseverad en mi amor. Si observareis mis preceptos, perseveraréis en mi amor; así como yo también he guardado los preceptos de mi Padre, y persevero en su amor. Esas cosas os he dicho, a fin de que observándolas fielmente os gocéis con el gozo mío, y vuestro gozo sea completo.
Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh Dios!, el Dios tuyo con óleo de alegría, con preferencia a tus compañeros.
Revestiré a sus sacerdotes de santidad; y sus santos o fieles siervos saltarán de júbilo.
Esto dice el Señor, redentor tuyo, que te formó en el seno de la madre: Yo soy el Señor, Hacedor de todas las cosas, que por mí solo extiendo los cielos, y fundo la tierra, sin ayuda de nadie.
Os digo que de este modo habrá más fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no tienen necesidad de penitencia.
Y no tan sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por cuyo medio hemos obtenido ahora la reconciliación.
Que se alegre Israel en el Señor que le creó, y se regocijen en su rey los hijos de Sión.
Y sucedió que el año decimocuarto del reinado de Ezequías , Sennaquerib, rey de los asirios, puso sitio a todas las ciudades fortificadas de Judea, y se apoderó de ellas.
Entonces se regocijarán las vírgenes al sonido de músicos instrumentos, y también los jóvenes a una con los ancianos. Yo cambiaré su llanto en gozo, y los consolaré, y los llenaré de alegría en cambio de su pasado dolor.
El aquilón y el mar tú los creaste. El Tabor y el Hermón saltarán de gozo en tu Nombre.
Porque reposará la mano del Señor sobre este monte santo de Sión, y debajo de él será desmenuzado Moab y demás enemigos nuestros, así como la paja que se trilla debajo de un carro falcado.
Que se regocijen, salten de gozo las naciones, porque tú juzgas a los pueblos con justicia, y diriges las naciones sobre la tierra.
Porque los verdaderos circuncisos somos nosotros, que servimos en espíritu a Dios y nos gloriamos en Jesucristo, lejos de poner confianza en la carne.
Echa, fuera al pueblo aquel que es ciego, aunque tiene ojos, y sordo, aunque tiene orejas.
Por eso se regocijó mi corazón, y prorrumpió en cánticos alegres mi lengua; y además también mi carne descansará con la esperanza.
He aquí que Dios es el salvador mío; viviré lleno de confianza, y no temeré; porque mi fortaleza y mi gloria es el Señor, y él ha tomado por su cuenta mi salvación.
Sabemos también nosotros que todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios, de aquellos, digo, que él ha llamado según su decreto para ser santos.
Tú que me sacas de las puertas de la muerte, para que publique todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión.
El Señor es la fortaleza mía, y el objeto de mis alabanzas, porque El ha sido mi Salvador . Este es mi Dios, y yo publicaré su gloria: el Dios de mis padres, a quien he de ensalzar.
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Se llenaron de gozo los discípulos con la vista del Señor.
no es esto porque dominemos en vuestra fe; al contrario procuramos contribuir a vuestro gozo, puesto que permanecéis firmes en la fe que recibisteis.
Alégrese el monte de Sión, y salten de placer las hijas de Judá, ¡oh Señor!, por razón de tus juicios.
Persuadido de esto entiendo que quedaré todavía, y permaneceré con todos vosotros, para provecho vuestro y gozo o exaltación de vuestra fe;
Allí comeréis de ellos en el atrio a vista de Dios vuestro Señor, y os regocijaréis junto con vuestras familias, disfrutando de todos los productos del trabajo de vuestras manos, sobre los cuales el Señor Dios vuestro haya echado su bendición.
Ahora, pues, los que han sido redimidos por el Señor volverán y llegarán a su amada Sión cantando alabanzas, coronados de sempiterna alegría; tendrán gozo y alegría constante, y huirá de ellos el dolor y la pena.
A boca llena hablarán de continuo de la abundancia de tu suavidad inefable, y saltarán de alegría por tu justicia.
Cantando estaré eternamente la misericordia del Señor. A hijos y nietos haré notoria por mi boca tu fidelidad. Porque tú dijiste: La misericordia estará eternamente firme en los cielos, y en ellos tendrá seguro apoyo tu veracidad.
Porque por un puro querer de su voluntad nos ha engendrado para hijos suyos con la palabra de la verdad, a fin de que seamos los israelitas como las primicias de sus nuevas criaturas.
Cantad, cantad salmos a nuestro Dios; cantad, cantad salmos a nuestro rey. Porque Dios es el rey de toda la tierra: cantadle salmos sabiamente.
Bendito el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha colmado en Cristo de toda suerte de bendiciones espirituales del cielo,
Y habiéndole adorado, regresaron a Jerusalén con gran júbilo. Y estaban de continuo en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.
no dejó con todo de dar testimonio de quién era, o de su divinidad, haciendo beneficios desde el cielo, enviando lluvias, y los buenos temporales para los frutos, dándonos abundancia de manjares, y llenando de alegría nuestros corazones.
Pero, ¡oh alma mía!, ¿por qué estás triste?; ¿por qué me llenas de turbación? Espera en Dios, pues aún he de cantarle alabanzas, por ser él el salvador que está siempre delante de mí, y el Dios mío.
Así vosotros ahora a la verdad padecéis tristeza; pero yo volveré a visitaros, y vuestro corazón se bañará en gozo, y nadie os quitará vuestro gozo.
¿Por qué estás tú triste, oh alma mía?; y ¿por qué me llenas de turbación? Espera en Dios; porque todavía he de cantarle alabanzas, por ser él el salvador , que está siempre delante de mí, y el Dios mío.
Pero gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo Jesús , y derrama por medio de nosotros en todas partes el buen olor del conocimiento de su Nombre.
Por esto te bendeciré toda mi vida, y alzaré mis manos invocando tu Nombre. Quede mi alma bien llena de ti, como de un manjar jugoso; y entonces con labios que rebosen de júbilo, te cantará mi boca himnos de alabanza.
Después de esto, ¿qué diremos ahora? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Y ensalcen su gloria en la congregación del pueblo, y lo alaben en el consejo de los ancianos.
Te alabaré, Señor, con todo mi corazón; porque oíste las peticiones de mi boca. En presencia de los ángeles te cantaré himnos. Te adoraré en tu santo templo, y tributaré alabanzas a tu Nombre, por la misericordia y verdad de sus promesas, con que has engrandecido sobre todas las cosas tu Nombre santo.
A no haber sido tu ley el objeto de mi meditación, hubiera sin duda perecido en mi angustia.
Le respondió su amo: Muy bien, siervo bueno, siervo diligente y leal; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho; ven a tomar parte en el gozo de tu señor.
Sí, alabaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, cantaré himnos a mi Dios. ¡Ah!, no queráis confiar en los poderosos de la tierra,
Ni os entreguéis con exceso al vino, fomento de la lujuria, sino llenaos del Espíritu Santo, hablando entre vosotros y entreteniéndoos con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y loando al Señor en vuestros corazones, dando siempre gracias por todo a Dios Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Se aficiona el hombre al dictamen que ya ha manifestado; mas aquella es óptima palabra, que es la más oportuna.
Si sois infamados por el nombre de Cristo , seréis bienaventurados; porque la honra, la gloria y la virtud de Dios, y su Espíritu mismo reposa sobre vosotros.
Vosotros de vuestra parte os hicisteis imitadores nuestros y del Señor, recibiendo su palabra en medio de muchas tribulaciones, con gozo del Espíritu Santo,
Alabad al Señor, e invocad su nombre; publicad sus obras entre la gente. Cantadle himnos al son de los instrumentos, y anunciad todas sus maravillas. Alabad su santo Nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor.
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