Y ES la fe la seguridad que se tiene de cosas esperadas, la prueba que hay de cosas que aun no se ven.
Pero sin fe es imposible agradarle; porque es preciso que el que viene a Dios, crea que existe, y que se ha constituído remunerador de los que le buscan.
Y él les dijo: A causa de vuestra poca fe; pues en verdad os digo, que si tuvieseis fe como un grano de mostaza, pudierais decir a esta montaña: Pásate de aquí allá, y se pasaría; y nada os sería imposible.
Porque todo aquel que es engendrado de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber, nuestra fe.
Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe y esto no procedente de vosotros mismos, pues que es el don de Dios; no por obras, para que ninguno se gloríe.
acordándonos sin cesar, en presencia del Dios y Padre nuestro, de la obra de vuestra fe, y del trabajo de vuestro amor, y de la paciencia de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo;
SIENDO pues justificados por la fe, tenemos paz para con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo; por medio de quien también tenemos la entrada, por la fe, en esta gracia, en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en esperanza de la gloria de Dios.
¡Callad, y sabed que yo soy Dios! ¡Seré ensalzado entre las naciones; seré ensalzado en la tierra!
¶¿Qué pues diremos a estas cosas? si Dios está por nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros?
Y respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. En verdad os digo: El que dijere a esta montaña: Quítate, y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que se hace lo que dice, lo tendrá. Por tanto a vosotros os digo: Todo cuanto pidiereis en la oración, creed que lo recibisteis ya; y lo tendréis.
¡no temas, porque contigo estoy yo! ¡no desmayes, porque yo soy tu Dios! ¡te fortaleceré, sí, te ayudaré, sí, te sustentaré con la diestra de mi justicia!
¡JEHOVÁ es mi luz y mi salvación! ¿de quién temeré? ¡Jehová es la fortaleza de mi vida! ¿de quién me espantaré?
Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu mismo entendimiento: tenle presente en todos tus caminos, y él dirigirá tus senderos.
Mantengamos firme la confesión de nuestra esperanza (porque fiel es el que ha prometido),
El día que tenga miedo, confiaré en ti. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré. ¿Qué puede hacerme la carne?
¶Empero si a cualquiera de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios, el cual da con largueza a todos, y no zahiere; y le será dada. Mas pida con fe, sin la menor desconfianza; porque aquel que es desconfiado, es semejante a una ola del mar, impelida por el viento, y echada de una parte a otra;
Y sabemos que todas las cosas cooperan juntas para el bien de los que aman a Dios, los que son llamados según su propósito.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de fortaleza, y de amor, y de templanza.
Guardarás en perfecta paz al alma que se apoya en ti, por lo mismo que en ti confía. ¡Confiad en Jehová para siempre, porque en YAH JEHOVÁ está la Roca de la eternidad!
para que vuestra fe no estribase en la sabiduría de hombres, sino en el poder de Dios.
Y Jesús respondiendo, les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe, y no dudáis, no sólo haréis esto de la higuera, mas aun cuando a esta montaña dijereis: ¡Quítate, y échate en el mar! será hecho: y todo cuanto pidiereis en la oración, creyendo, lo recibiréis.
Y confiarán en ti los que conocen tu nombre; porque nunca has desamparado a los que te buscan, oh Jehová.
¡Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos! ¡derramad delante de él vuestro corazón! ¡Dios es el refugio para nosotros! (Pausa.)
a quien amáis, sin haberle visto; en quien, aunque ahora no le veis, mas creyendo, os regocijáis con gozo inefable y lleno de gloria; recibiendo el fin de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.
Y aun cuando ande por el valle de la sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me dan aliento.
Cuando pasares por las aguas, estaré yo contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando anduvieres por en medio del fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti:
sino que, mirando a la promesa de Dios, no vaciló con incredulidad, sino fortalecióse en la fe, dando así gloria a Dios, y plenamente asegurado que lo que Dios había prometido, era poderoso también para cumplirlo.
Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para ayudarnos en tiempo oportuno.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: en él confió mi corazón, y yo fuí ayudado; por tanto se regocija mi corazón, y con mi canción le alabaré.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres: mas fiel es Dios, el cual no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podáis sufrir; sino que, juntamente con la tentación, proveerá también la vía de escape, para que podáis sobrellevarla.
Pero los que esperan a Jehová adquirirán nuevas fuerzas; se remontarán con alas, como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no desfallecerán.
LOS que confían en Jehová son como el Monte de Sión, que no se mueve, mas para siempre está firme.
EL que habita en el retiro del Altísimo, morará seguro bajo la sombra del Omnipotente. Yo diré de Jehová: ¡Refugio mío y fortaleza mía! ¡mi Dios, en él confiaré!
Mas buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas os serán dadas por añadidura.
Porque estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada será poderosa para separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor.
estando plenamente persuadido de esto mismo, que aquel que comenzó en vosotros la buena obra, la seguirá perfeccionando hasta el día de Jesucristo:
La paz os dejo; mi paz os doy: no según da el mundo, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni se acobarde.
Estas cosas os he dicho, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero tened buen ánimo; yo he vencido al mundo.
Sea vuestro carácter sin rastro de amor al dinero; estando contentos con lo que tuviereis: porque Él mismo ha dicho: No te dejaré, ni te desampararé. De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?
No os afanéis por cosa alguna, sino que, en todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios: y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros sentimientos, en Cristo Jesús.
Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz, por medio de la fe, para que abundéis en esperanza, en virtud del poder del Espíritu Santo.
Porque yo conozco los pensamientos que pienso respecto de vosotros, dice Jehová; pensamientos de paz, y no de mal, para daros una feliz postrimería, y una esperanza buena.
¡Jehová es mi roca, y mi fortaleza, y mi libertador! ¡mi Dios es mi roca; en él confiaré! mi escudo y el cuerno de mi salvación, y mi torre alta.
Porque cuanto fué escrito anteriormente, para nuestra enseñanza fué escrito; para que por medio de la paciencia, y de la consolación de las Escrituras, nosotros tengamos esperanza.
ALZARÉ mis ojos a las montañas de donde viene mi socorro. Mi socorro viene de Jehová, Hacedor del cielo y de la tierra.
Mi carne y mi corazón desfallecen; pero Dios es la fortaleza de mi corazón, y mi porción para siempre.
y sobre todo, embrazando el escudo de la fe, con en cual podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.
mirando a Jesús, autor y consumador de nuestra fe, el cual por el gozo que fué puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra de Dios.
He sido 'crucificado' con Cristo; sin embargo vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se dió a sí mismo por mí.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor; y el que habita en el amor, habita en Dios y Dios habita en él.
Estos confían en carros de guerra, y aquéllos en caballos; pero nosotros nos acordaremos del nombre de Jehová, nuestro Dios.
Pelea la buena pelea de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual has sido llamado, y has confesado la buena confesión, delante de muchos testigos.
¡Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él! Pues en él se alegrará nuestro corazón, por cuanto hemos confiado en su santo nombre.
He aquí que Dios es mi salvación; confiaré y no tendré temor; porque mi fortaleza y mi canción es Yah Jehová; el cual también se ha hecho mi salvación.
¡Hubiera yo desmayado, si no creyese que tengo de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes! ¡Espera a Jehová! ¡anímate, y sea esforzado tu corazón; y espera a Jehová!
Muchos dolores habrá para el inicuo; pero al que espera en Jehová, la misericordia le cercará.
¶Por lo cual, amados hermanos míos, estad firmes, inmóviles, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestra obra no es en vano en el Señor.
Por lo cual esto está contenido en la Escritura: He aquí que yo pongo en Sión la piedra principal del ángulo, escogida, preciosa; y aquel que creyere en ella no quedará avergonzado.
Ahora pues permanecen la fe, la esperanza, y el amor, estas tres; pero la mayor de ellas es el amor.
¡Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará! nunca permitirá que sea movido el justo.
en quien tenemos libertad de palabra y acceso a Dios con confianza, por medio de nuestra fe en él.
Fiel es Dios, por medio de quien habéis sido llamados a la comunión de Jesucristo nuestro Señor.
Mas tú, Señor, eres Dios compasivo y benigno, lento en iras, y grande en misericordia y verdad.
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe, os sea hecho. Y sus ojos fueron abiertos.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová: escudo es a todos los que confían en él.
Jehová completará por mí lo que ha comenzado. ¡Oh Jehová, tu misericordia es para siempre; no desampares la obra de tus manos!
porque Dios es el que obra en vosotros, así el querer como el obrar a causa de su buena voluntad.
El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Díjoles Jesús: Yo soy el pan de la vida: el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca jamás tendrá sed.
Pero Jehová el Señor me ayudará; por tanto no he sido abochornado; por tanto he puesto mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado.
Esforzaos y tened buen ánimo; no temáis ni os aterréis delante de ellos; porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
que por el poder de Dios sois guardados, por medio de la fe, para la salvación, que está preparada para ser revelada en el tiempo postrero.
también por esto mismo, poniendo de vuestra parte todo empeño, añadid a vuestra fe el poder; y al poder, la ciencia; y a la ciencia, la templanza; y a la templanza, la paciencia; y a la paciencia, la piedad; y a la piedad, fraternidad; y a la fraternidad, amor.
a causa de vosotros, que por medio de él sois ahora creyentes en Dios, el cual le resucitó de entre los muertos y le dió gloria, para que vuestra fe y esperanza fuesen en Dios.
Asimismo me librará el Señor de toda obra mala, y me llevará con seguridad a su reino celestial; a él sea la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
Porque no recibisteis espíritu de servidumbre otra vez, para estar con temor; mas recibisteis espíritu de adopción, en virtud del cual nosotros clamamos: Abba, Padre. El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios;
Mas él dijo: Las cosas que son imposibles para con los hombres, posibles son para con Dios.
la cual tenemos como ancla del alma, segura y firme, y que penetra hasta a lo que está dentro del velo;
Jesús respondió y les dijo: Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel a quien él envió.
¡Hazme conocer tus caminos, oh Jehová; enséñame tus sendas! ¡Encamíname en tu verdad, y enséñame: porque tú eres el Dios de mi salvación; a ti espero todo el día!
¶De la manera, pues, que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en él; arraigados en él, y edificados sobre él, y hechos estables en la fe, así como fuisteis enseñados, y abundando en acciones de gracias.
justicia divina, alcanzada por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen (porque no hay distinción alguna;
los cuales por fe sojuzgaron reinos, obraron justicia, obtuvieron promesas, cerraron las bocas de leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de flaqueza, se hicieron poderosos en guerra, y pusieron en fuga a ejércitos de gente extranjera.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre piadoso, y él se deleita en su camino. Aunque cayere, no será postrado, porque Jehová le sustenta con su mano.
Y mi Dios suplirá toda necesidad vuestra, conforme a sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como no puede el sarmiento llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid, así tampoco vosotros, si no permaneciereis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos: el que mora en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Y él me ha dicho: Bástate mi gracia; pues que mi poder se perfecciona en tu flaqueza. Por tanto yo muy gustosamente me gloriaré con preferencia en mis flaquezas, para que el poder de Cristo haga morada conmigo. Por lo cual yo hallo satisfacción en las flaquezas, en los ultrajes, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias, que sufro por causa de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Porque Jehová ama la justicia, y no desampara a sus piadosos siervos; para siempre serán guardados; pero la raza de los malos será exterminada.
Mas al que no trabaja, sino cree en Aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
porque hemos venido a ser participantes de Cristo, si retenemos firme el principio de nuestra confianza hasta el fin;
Por tanto si alguno está en Cristo, es una nueva criatura: las cosas viejas pasaron ya, he aquí que todo se ha hecho nuevo.
porque en un tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de la luz (pues que el fruto de la luz consiste en toda bondad y justicia y verdad),
Asimismo también vosotros, estimaos como muertos en verdad al pecado, mas vivos para Dios, en Jesucristo.
pero ¡gracias a Dios que nos da la victoria, por medio de nuestro Señor Jesucristo!
¡Dichoso aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está puesta en Jehová su Dios! que hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos; que guarda verdad para siempre;
Y puede Dios hacer que toda gracia abunde en vosotros; a fin de que, teniendo siempre toda suficiencia en todo, tengáis abundancia para toda buena obra;
¶Examinaos a vosotros mismos, y ved si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿Acaso no sabéis respecto de vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis reprobados?
No es tardo el Señor respecto de esa su promesa, como algunos la reputan tardanza; sino que aguarda con paciencia en orden a nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
porque derramaré aguas sobre la tierra sedienta, y corrientes sobre el sequedal: derramaré mi Espíritu sobre tu linaje, y mi bendición sobre tu descendencia;
He aquí, el ojo de Jehová está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;
Y os conceda el Dios de la paciencia y de la consolación, que seáis de un mismo ánimo entre vosotros, según Jesucristo: para que de un mismo acuerdo, y con una misma boca, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por causa de lo cual también padezco estas cosas; sin embargo, no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy seguro que él es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.
mas no quitaré de él mi misericordia, ni faltaré a mi fidelidad: no profanaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
Ciertamente la bondad y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré para siempre.
¶Vosotros sois de Dios, hijitos, y los habéis vencido; porque mayor es Él que está en vosotros, que el que está en el mundo.
¶Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.
sigo corriendo presuroso hacia el blanco, para el premio de la vocación celestial de Dios en Cristo Jesús.
¶Por lo cual, no desfallecemos; mas aunque nuestro hombre exterior vaya decayendo, el hombre interior empero va renovándose de día en día. Porque nuestra ligera aflicción, que no dura sino por un momento, obra para nosotros en alto y aun más alto grado, un peso eterno de gloria; no mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que aun no se ven; porque las cosas que se ven, son temporales, mas las que no se ven aún, son eternas.
sino que, hablando la verdad con amor, vayáis creciendo en todos respectos en el que es la cabeza, es decir, en Cristo; de quien todo el cuerpo, bien trabado y unido consigo mismo, por medio de cada coyuntura que coadyuva, según la operación correspondiente a cada miembro en particular, efectúa el aumento del cuerpo, para edificación de sí mismo, en amor.
SI pues fuisteis resucitados juntamente con Cristo, buscad aquellas cosas que son de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra;
Porque las montañas se alejarán, y los collados serán removidos; pero mi compasión no se alejará de ti, ni será removido mi pacto de paz, dice Jehová que se compadece de ti.
Yo os digo que defenderá su causa presto. Sin embargo, cuando viniere el Hijo del hombre, ¿hallará fe sobre la tierra?
Y si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy es, y mañana es echada en el horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
porque con el corazón se cree para alcanzar justicia, y con la boca se hace confesión para salvación.
El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que no obedece al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
No que tengamos señorío sobre vuestra fe, sino que somos ayudadores de vuestro gozo: porque por la fe estáis en pie.
Y oyéndolo Jesús, se maravilló; y dijo a los que le seguían: En verdad os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tan grande.
mas en cuanto a nosotros que somos del día, seamos sobrios, vistiéndonos la coraza de fe y de amor, y por yelmo, la esperanza de salvación:
En verdad, en verdad os digo, que quien oye mi palabra, y cree a aquel que me envió, tiene vida eterna, y no entra en condenación, sino que ha pasado ya de muerte a vida.
Otra vez, pues, Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.
Jehová abre los ojos de los ciegos; Jehová levanta a los agobiados; Jehová ama a los justos; Jehová guarda a los extranjeros; sostiene al huérfano y á la viuda; pero subvierte el camino de los inicuos.
No desechéis pues esta vuestra confianza, que tiene una grande remuneración. Porque tenéis necesidad de la paciencia, a fin de que, habiendo hecho la voluntad de Dios, recibáis la promesa.
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