¡Oh si alguien pudiera llevar la causa del hombre ante Dios, Como un hombre lo hace a favor de su amigo!
Salmos 32:4 - La Biblia Textual 3a Edicion Porque de día y de noche tu mano se agravaba sobre mí, Hasta que mi vigor se convirtió en sequedades de verano. Selah Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah Biblia Nueva Traducción Viviente Día y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mí; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Interludio Biblia Católica (Latinoamericana) Tu mano día y noche pesaba sobre mí,
mi corazón se transformó en rastrojo
en pleno calor del verano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 mientras tuve tu mano pesando día y noche sobre mí, mi humor se consumía en ardores de verano. Selah Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque de día y de noche se agravó tu mano sobre mí; mi verdor se volvió en sequía de verano. (Selah) Biblia Traducción en Lenguaje Actual Me castigabas día y noche, y fui perdiendo fuerzas, como una flor que se marchita bajo el calor del sol. |
¡Oh si alguien pudiera llevar la causa del hombre ante Dios, Como un hombre lo hace a favor de su amigo!
He aquí, mi terror no te espantará, Ni mi mano será demasiado pesada sobre ti.
Mi vigor se ha secado como tiesto, Y mi lengua se pega a mi paladar.° ¡Me has puesto en el polvo de la muerte!
j Hoy sus rostros son más negros que el hollín, Y en las calles no se los reconoce; Su piel se ha pegado a sus huesos, está seca como un leño.
¿los esperaríais hasta que crecieran? ¿Os retraeríais por ellos sin tomar marido? No, hijas mías; tengo sobrada amargura por vosotras, pues la mano misma de YHVH se ha desatado contra mí.
Y convocaron a todos los príncipes de los filisteos, y dijeron: ¡Sacad de aquí el Arca del Dios de Israel y enviadla de vuelta a su propio lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo! Porque había un pánico mortal en toda la ciudad, y la mano de Dios se había agravado mucho allí.
Pero sucedió que después que la hubieron trasladado, la mano de YHVH cayó contra la ciudad causando gran consternación, y golpeó a los hombres de aquella ciudad desde el pequeño hasta el grande, de modo que les brotaron hemorroides.
Y observaréis: Si sube por el camino de su territorio hacia Bet-semes, Él nos ha hecho este gran mal, pero si no, entonces sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que nos ocurrió por accidente.