Mis palabras declararán la rectitud de mi corazón, Y lo que saben mis labios lo hablarán sinceramente:
Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.
Hablo con toda sinceridad; digo la verdad.
Mi corazón me dicta palabras de sabiduría que pronunciaré con claridad.
Repetirá mi corazón sabia doctrina, mis labios hablarán sin disimulo.
Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán sabiduría pura.
Cada una de mis palabras nace de un corazón sincero.
¿Responderá el sabio con doctrina vana,° Llenando su vientre de viento solano?
Mis labios no hablarán perversidades, Ni mi lengua proferirá engaño!
No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con nadie títulos lisonjeros,
Porque no sé hablar lisonjas, De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría.
He aquí, ahora abro mi boca, Mi lengua habla con mi paladar.
¿Quién es el que oscurece mis designios con palabras sin sabiduría?
Ahora pues, dignaos mirarme de frente, ¿Mentiré aun ante vuestro rostro?
La lengua de los sabios destila ciencia, La boca de los necios profiere sandeces.
Los labios de los sabios esparcen ciencia, No así el corazón de los necios.
Está el oro y multitud de rubíes, Pero los labios sabios son una joya preciosa.
Porque os doy buena doctrina; No abandonéis mis enseñanzas,