Por lo cual mandó Abimelec a todo su pueblo, diciendo: El que toque a este hombre o a su mujer, ciertamente será muerto.
Job 1:11 - La Biblia Textual 3a Edicion Pero, extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no te maldice° en tu propio Rostro. Matoleo zaidiBiblia Reina Valera 1960 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero extiende tu mano y toca sus pertenencias. Verás si no te maldice en tu propia cara. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero prueba a extender tu mano y tocar su hacienda. ¡Ya verás cómo te maldice en tu propia cara!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y te maldecirá en tu cara. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Pero yo te aseguro que si lo maltratas y le quitas todo lo que tiene, ¡te maldecirá en tu propia cara! |
Por lo cual mandó Abimelec a todo su pueblo, diciendo: El que toque a este hombre o a su mujer, ciertamente será muerto.
Entonces dijo YHVH al Acusador: He aquí todo lo que tiene está en tu mano, sólo que no pongas tu mano sobre él. Y el Acusador se retiró de la presencia de YHVH.
y dijo: ¡Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá! ¡YHVH dio y YHVH quitó! ¡Bendito sea el nombre de YHVH!
Y ocurría que al finalizar los días del festín, Job enviaba por ellos° para purificarlos, y levantándose de madrugada, ofrecía holocaustos por todos ellos, conforme a su número, pues decía Job: Quizás mis hijos han pecado contra ’Elohim y blasfemado en su corazón. Así hacía Job siempre.
Y YHVH dijo al Acusador: ¿Acaso has puesto tu corazón contra mi siervo Job porque no hay como él en la tierra, varón íntegro y honrado, temeroso de Dios y apartado del mal, que aún se aferra a su integridad a pesar de que me incitaste contra él para arruinarlo sin causa?
Pero extiende ahora tu mano y toca sus huesos y su carne, y verás cómo te maldice° en tu propio Rostro.
Y el Acusador salió de la presencia de YHVH e hirió a Job con una úlcera maligna desde la planta del pie hasta la coronilla.
Entonces le dijo su mujer: ¿Aún te aferras a tu integridad? ¡Maldice° a ’Elohim y muérete!°
Pero ahora que te llega a ti, te desalientas, Te ha tocado a ti, y te turbas.
Por eso la ira de YHVH se ha inflamado contra su pueblo, Y extiende su mano para herirlo. Los montes se estremecen y sus cadáveres° yacen como basura en la calle; Y con todo, no se aplaca su ira: Su mano sigue extendida.
Pueblo que en mi propia cara me provoca a ira continuamente, Que sacrifica en huertos y quema incienso sobre ladrillos;°
Pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, Y sucederá que teniendo hambre, Se indignarán y maldecirán a su rey y a su Dios. Alzarán la vista
Porque así dice YHVH Sebaot: Para gloria suya me enviará Él a las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de mi° ojo.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ¡Ahora han venido° la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido, porque fue arrojado el acusador de nuestros hermanos,° el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios!
y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.
Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo,° como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque la plaga de éste era sobremanera grande.°
Y los hombres se abrasaron con el intenso calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene el poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.