Sin embargo, Elimelec, el esposo de Noemí, murió, y ella se quedó con sus dos hijos.
La mujer de uno de los hijos de los profetas se dirigió a Eliseo: “Mi marido, tu siervo, ha muerto, y tú sabes que honraba al Señor. Pero ahora, para pagar sus deudas, su acreedor viene a llevarse a mis dos hijos como esclavos”.
Aquellos que hacen lo correcto tienen muchos problemas, pero el Señor los resuelve todos.
Porque el Señor disciplina a los que ama, y castiga a todos los que recibe como sus hijos”.
Se llamaba Elimelec y su mujer Noemí. Sus hijos se llamaban Mahlón y Quelión. Eran efrateos de Belén de Judá. Se fueron al país de Moab y vivían allí.
Los hijos se casaron con mujeres moabitas. Una se llamaba Orfa y la otra Rut. Después de unos diez años,