Obtén sabiduría, busca el sano juicio. No olvides mis palabras, ni las desprecies.
Hizo lo que era correcto a los ojos del Señor y siguió los caminos de su antepasado David; no se desvió ni a la derecha ni a la izquierda.
Me he mantenido al paso con él; he seguido su camino sin desviarme.
A pesar de que muchos me maltratan y me persiguen, no me he apartado de tu ley.
Los arrogantes se burlan de mi, pero yo no abandonaré tus enseñanzas.
No nos hemos alejado de ti, ni en pensamientos, ni en acciones.
Más valioso es obtener sabiduría que oro. Mejor elige el conocimiento antes que la plata.
¿Tiene sentido que los tontos traten de comprar sabiduría cuando ni siquiera quieren aprender?
Los egoístas solo se complacen a sí mismos. Atacan todo lo que procede de la inteligencia.
Si te vuelves sabio, tendrás amor propio; si aprendes a tener buen juicio, serás exitoso.
Invierte en tener la verdad y no la vendas. Invierne en la sabiduría, la instrucción y la inteligencia.
Hijo mío, no olvides mis instrucciones. Recuerda siempre mis mandamientos.
Lo primero que debes hacer para ser sabio es obtener sabiduría. Junto a todo lo que obtengas, procura obtener inteligencia.
Si eres inmaduro, aprende a crecer. Si eres tonto, aprende y vuélvete inteligente.
Si alguno de ustedes necesita sabiduría, pídala a Dios, que da a todos generosamente y sin retenciones.