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Referencias Cruzadas
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Oseas 7:3

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Alegran a su rey con su maldad, y a los príncipes con mentiras.

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16 Referencias Cruzadas  

Entonces el mensajero que fue a llamar a Micaías le dijo: “Mira, todos los profetas son unánimes en profetizar positivamente al rey. Así que asegúrate de hablar positivamente como ellos”.

Entonces el rey de Israel sacó a los profetas -cuatrocientos- y les preguntó: “¿Debo subir a atacar Ramot de Galaad, o no?” “Sí, adelante”, le respondieron, “porque el Señor la entregará al rey”.

¿Dónde están ahora tus profetas, los que te profetizaron diciendo: ‘El rey de Babilonia no vendrá a atacarte a ti y a este país’?

Los profetas dan falsas profecías; los sacerdotes gobiernan a su antojo. Mi pueblo lo quiere así, pero ¿qué hará cuando todo se derrumbe?

Ojalá tuviera un refugio temporal en el desierto; renunciaría a mi pueblo y lo abandonaría, porque todos son adúlteros, una banda de traidores.

Pero por el contrario han sembrado maldad y han cosechado maldad. Han comido el fruto de las mentiras, porque confiaron en su propia fuerza y en sus muchos guerreros.

Efraín me rodea con sus mentiras e Israel con engaño. Judá aún anda errante con algún dios, fiel a algún “Santo”.

Por el contrario, solo hay maldiciones, mentiras, asesinatos, robos y adulterio. Cometen actos violentos y hay gran derramamiento de sangre.

El pueblo de Efraín está aplastado y hecho pedazos a causa del juicio, porque ellos decidieron seguir leyes humanas.

En el cumpleaños del rey los príncipes beben hasta enfermar, mientras él se junta con los que se ríen.

Has seguido las leyes de Omri, y has adoptado las prácticas de la casa de Ajab, siguiendo sus caminos. Así que asolaré tu nación y el pueblo que habita allí será objeto de escarnio. Tú cargarás la vergüenza de mi pueblo.

Son expertos en hacer el mal; tanto los oficiales como los jueces piden sobornos; los poderosos exigen según sus ambiciones malvadas; y conspiran juntos para obtener lo que desean.

Aunque conocen claramente la voluntad de Dios, hacen cosas que merecen la muerte. Y no solo hacen estas cosas sino que apoyan a otros para que las hagan.

Ellos pertenecen al mundo, y hablan como personas del mundo, y el mundo los oye.




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