Pero cuando Israel extendió sus manos, las cruzó y colocó su mano derecha sobre Efraín, el hijo menor, y colocó la izquierda sobre Manasés, el primogénito.
De todos los israelitas, los levitas son un regalo mío para Aarón y sus hijos para servir a los israelitas en el Tabernáculo de Reunión, y en su nombre para enderezarlos, para que no les pase nada malo cuando vengan al santuario”.