“Nos mantendremos en el camino principal”, insistieron los israelitas. “Si nosotros o nuestro ganado bebemos tu agua, te pagaremos por ella. Eso es todo lo que queremos, sólo pasar a pie”.
Pero el rey de Edom insistió: “¡Tienen prohibido viajar por nuestro país!” Salió con su gran y poderoso ejército para enfrentarse a los israelitas de frente.
Pero Sehón se negó a permitir que los israelitas viajaran por su territorio. En su lugar, llamó a todo su ejército y salió al encuentro de los israelitas de frente en el desierto. Cuando llegó a Jahaz, atacó a los israelitas.
Los israelitas dejaron el Monte Hor por el camino que lleva al Mar Rojo para evitar viajar por el país de Edom. Pero el pueblo se puso de mal humor en el camino
como nos permitieron los descendientes de Esaú que viven en Seir y los moabitas que viven en Ar, hasta que crucemos el Jordán hacia el país que el Señor nuestro Dios nos da’”.