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Referencias Cruzadas
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Números 11:4

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Entonces un grupo de alborotadores que estaba entre ellos tenían antojos de comida tan intensos que afectaron a los israelitas que empezaron a llorar de nuevo, preguntando “¿Quién va a conseguirnos algo de carne para comer?

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16 Referencias Cruzadas  

Cuando el pueblo se enteró de esta ley, separó de Israel a todos los que tenían ascendencia extranjera.

Estaban llenos de ansias desesperadas en el desierto; provocaron a Dios en el desierto.

Además, muchos extranjeros se les unieron. También se llevaron consigo grandes rebaños y manadas de ganado.

“He oído las quejas de los israelitas. Diles: ‘Por la tarde comerás carne, y por la mañana tendrás todo el pan que quieras’. Entonces sabrán que yo soy el Señor su Dios”.

“¡El Señor debería habernos matado en Egipto!” les dijeron los israelitas. “Al menos allí podíamos sentarnos junto a ollas de carne y comer pan hasta que estuviéramos llenos. ¡Pero tenías que traernos a todos aquí en el desierto para matarnos de hambre!”

o si, en cambio, ustedes dicen: “No, nos vamos a Egipto a vivir allí, donde no experimentaremos la guerra ni oiremos el sonido de las trompetas ni pasaremos hambre”;

“Dile al pueblo: Purifíquense, porque mañana tendrán carne para comer, pues se han quejado y el Señor ha oído su petición: ‘¿Quién nos va a dar carne para comer? Estábamos mejor en Egipto’. Así que el Señor va a proveerles carne para comer.

Entonces todos los que estaban allí gritaron toda la noche.

ni uno solo de los que vieron mi gloria y los milagros que hice en Egipto y en el desierto, sino que me provocaron y se negaron a obedecerme una y otra vez;

¿No has hecho suficiente alejándonos de una tierra que fluye leche y miel para matarnos aquí en el desierto? ¿También tienes que hacerte un dictador y gobernante?

Por el contrario, vístanse del Señor Jesucristo y olvídense de seguir sus deseos pecaminosos.

Ahora, estas experiencias sirven como ejemplo para nosotros, para demostrarnos que no debemos desear lo malo, como lo hicieron ellos.

No se dejen engañar: “las malas compañías dañan el buen carácter”.

Pero siguieron provocando al Señor en Tabera, en Masá y en Quibrot-hatavá.




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