Entonces Jesús les dio instrucciones estrictas de no contarle a nadie sobre ello.
Entonces le advirtió a sus discípulos de no decirle a nadie que él era el Mesías.
Cuando descendieron de la montaña, Jesús les dio instrucciones precisas: “No le digan a nadie lo que vieron hasta que el Hijo del hombre se haya levantado de entre los muertos”, les dijo.
“Asegúrate de no contárselo a nadie”, le dijo Jesús. “Ve y preséntate ante el sacerdote y da la ofrenda que Moisés ordenó, como evidencia pública”.
Y ellos pudieron ver. Jesús les advirtió: “Asegúrense de que nadie sepa esto”.