Son como niños sentados en la plaza del mercado, diciéndose unos a otros: ‘Tocamos la flauta para ustedes y ustedes no bailaron; cantamos canciones pero ustedes no lloraron’.
¿Tiene sentido que los tontos traten de comprar sabiduría cuando ni siquiera quieren aprender?
Las calles estarán llenas de niños y niñas jugando felices.
Cerca de las 9 a.m. salió y vio a otros que estaban sin trabajar en la plaza del mercado.
“¿Con qué compararé a este pueblo?” preguntó Jesús. “¿A qué son semejantes?
Cuando Juan el Bautista vino, él no comía pan ni bebía vino, pero ustedes decían: está poseído por el demonio.