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Referencias Cruzadas
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Lucas 7:25

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¿Esperaban encontrar a un hombre vestido con ropas finas? No, los que usan ropas elegantes y viven con lujos se encuentran en los palacios.

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16 Referencias Cruzadas  

“Ya tengo ochenta años. Ya no disfruto de nada. No puedo saborear lo que como o bebo. No puedo oír cuando la gente canta. No tiene sentido que yo, tu siervo, sea otra carga para tu majestad.

la comida que había en la mesa, cómo vivían sus funcionarios, cómo funcionaban sus sirvientes y cómo estaban vestidos, la ropa de los camareros y los holocaustos que presentaba en el Templo del Señor, quedó tan asombrada que apenas podía respirar.

“Era un hombre velludo que llevaba un cinturón de cuero en la cintura”, respondieron. “Es Elías el tisbita”, dijo el rey.

que le trajeran a la reina Vasti con su tocado real, para que pudiera mostrar su belleza al pueblo y a los funcionarios, pues era muy atractiva.

En el tercer año de su reinado organizó una fiesta para sus funcionarios y administradores. Los comandantes del ejército de Persia y Media, los nobles y los funcionarios provinciales estaban allí con él.

Llegó hasta la puerta del palacio, porque a nadie se le permitía entrar en la puerta del palacio vestido de cilicio.

Tres días después, Ester se vistió con sus ropas reales y fue a situarse en el patio interior del palacio real, frente al salón del rey. El rey estaba sentado en su trono real en el salón del rey, frente a la entrada.

Entonces Mardoqueo salió del rey, vestido con ropas reales de azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de púrpura de lino fino. La ciudad de Susa gritó de alegría.

Se puso la integridad como coraza y el casco de la salvación en la cabeza. Se vistió con ropas de venganza y se envolvió con determinación como un manto.

¿Entonces qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido con ropas finas? Las personas que visten así viven en los palacios de los reyes.

Juan tenía ropas hechas con pelo de camello, con un cinturón de cuero puesto en su cintura. Su alimento era langostas y miel silvestre.

Pero les digo que ni siquiera Salomón en todo su esplendor se vistió como una de esas flores.

“Había un hombre que era rico. Él usaba ropas púrpura y linos finos, y disfrutaba una vida de lujos.

Después que los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a decir a la multitud: “Respecto a Juan: ¿Qué esperaban ver ustedes cuando salían a verlo en el desierto? ¿Una caña movida por el viento?

¿Buscaban a un profeta? Sí, él es un profeta, y les aseguro que él es más que un profeta.




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